Pero primero…
En Dios no hay coincidencias y Dios tiene un propósito con tu vida. Cuantos se han preguntado, ¿Qué quiere Dios con mi vida? ¿Será que estoy haciendo la voluntad de Dios? Vámonos a Lucas 9:57, para alcanzar el propósito en Cristo hay un precio muy alto a pagar.
Ser discípulo tiene un costo… ser un discípulo de Jesús no es fácil, eso es para valientes. Ser un discípulo de Cristo viene con cosas difíciles, pero también viene con muchos beneficios. Hay un precio que pagar para llegar a la plenitud de Cristo Jesús en tu vida. No podemos vivir o vender ese modelo de cristianismo fácil o acomodable a la gente, en Mateo 16:24 Jesús nos dice:
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo y tome su cruz, y sígame.
Son palabras fuertes las que Jesús utiliza ahí, porque si de verdad quieres seguir a Cristo vas a tener que decir NO a todos tus deleites personales, porque tomar tu cruz es sacrificar tu agenda personal por Cristo. No puedes seguir tu agenda personal y a Cristo, no puedes acomodar a Cristo a tu agenda personal, se trata de acomodar tu agenda a la de Cristo y muchas veces no vas a poder llevar tu propia agenda con respecto a la agenda de Dios. Porque solo a través de la cruz se cumplen los propósitos de Cristo, no hay otra manera. Esto es para gente que quiere ministerio, que tiene fuego en su interior por cumplir los propósitos de Dios.
Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar la cabeza. Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos: y tú ve, y anuncia el reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor, pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús les dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Lucas 9:57-62.
Hay tres requisitos si quieres cumplir el propósito de Dios.
- No hay negociaciones
- No hay procrastinación
- No hay duda
No hay negociación
Si va a seguir a Cristo no te fijes en qué puedes obtener o en qué te va a beneficiar. En Lucas 9: 57-60 tenemos un ejemplo de personas que deseaban seguir a Cristo, pero siempre se fijaban en lo que estaban dejando atrás o que podrían obtener de seguir a Cristo. Ahora pregúntate, si Dios no te daría nada de lo que le pediste, aun así, ¿lo seguirías? Jesús no negocia el reino con sus beneficios, los beneficios son añadiduras de su reino, que, si él en su soberanía quiera darla o no darla, pero él no te promete nada, solo te dará lo necesario.
No hay procrastinación
Procrastinación es evitar hacer una tarea necesaria por hacer una más fácil. Evitar hacer lo difícil y poner lo fácil por lo urgente. En Lucas 9:60, debemos entender el contexto del mensaje, aquí lo que se antepone es el “pero primero” antes de hacer lo que Jesús les está pidiendo que hagan, quieren hacer primero otras cosas… Jesús, pero primero déjame terminar aquello o lo otro, o Jesús este no es el momento indicado. No dejes pasar la oportunidad cuando Jesucristo te llama, porque tal vez no vuelvas a tenerla.
Debemos acudir al llamado de Dios, en Mateo 4:18, andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Ellos dejaron todo al instante y siguieron a Jesucristo, no lo dudaron, dejaron todo para ir en pos del Maestro. Y llegaron a ser los grandes hombres de Dios. El llamado de Dios es poderoso, te hace ver el mundo diferente. Jesús no escogió a los más aptos o más estudiados para que lo siguieran. Dios está buscando aquellos corazones que están dispuestos a seguirlo, a aquellos que cuando Él los llame la respuesta sea SI.
Tenga cuidado cuando sienta el llamado y diga: “sí, PERO mañana…”. El tiempo de salvación no es mañana, es hoy. Cuando usted escoge a Dios es hoy y ya. El tiempo es ya, ahora. No ponga lo fácil por lo urgente.
No hay duda
¿Qué te está haciendo dudar? Un momento de duda te quita la oportunidad de ser parte del reino de Dios, una duda te hace ya no apto para el reino de Dios. ¿qué te hace cambiar el reino de Dios por algo natural o temporal? Analízalo, qué es lo que te hace decir, pero primero tengo esto o tengo lo otro…Nuestro testimonio debe decir siempre sí.
Si anhelas las coronas celestiales, hay un precio que pagar. No solo sembrando con dinero, sino también sembrando con tu tiempo, sembrando con servicio a los demás y en la iglesia. Seguro más de uno siente el llamado desde joven, y si es así tendrá un ministerio de años y por eso Dios te está convocando desde ya porque Dios necesita tu fuerza de jóven. Pero antes tienes que decirle que sí.
Tres condiciones: primero con el reino de Dios no se negocia, dos, el reino de Dios no se pone en segundo, no va lo poco importante por lo urgente y tres, en el reino de Dios no se duda. Cuando entiendas estos principios entenderás que es Cristo el que te llama.
No caigas en el engaño del enemigo, creyendo eso de decir después, ahora no es el momento.
¡Para Dios el tiempo es ya y ahora!
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