Rey Jesús - El Rey Esperado
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Rey Jesús – El Rey Esperado

Al estudiar la palabra del Señor sabemos que no se puede citar a Jesús como Rey sin hablar del evangelio de Mateo. Pero, antes de iniciar debemos comprender el enfoque distinto de cada uno de los Evangelios:

  • Juan enfatiza la divinidad de Jesús, Jesús como el Hijo de Dios.
  • Marcos, que es el evangelio de Pedro, este hombre se lo dicta a Marcos, Marcos habla acerca de Jesús como el siervo sufriente, aquel que vino a servir y no a ser servido.
  • Lucas presenta a Jesús como el hombre perfecto, Lucas se enfoca en la humanidad de Jesús, Jesús era cien por ciento hombre, cien por ciento Dios.
  • Mateo, presenta a Jesús primero como el Rey prometido de Israel, y después de todo el mundo. En casi todo párrafo que leemos de Mateo habla de la naturaleza real de Jesús. Y así comienza.

Mateo 1 inicia detallando toda la genealogía de Jesús por parte de su padre. ¿Por qué? Porque como está hablando de este Rey venidero, el linaje de Rey tenía que venir del lado de su padre. Todos sabemos que Jesús era hijo biológico de María pero no de José. José fue su padre adoptivo, que era una práctica muy común en el mundo antiguo. Y José lo adopta como hijo, al punto que le enseñó todo. Jesús es llamado carpintero porque él hacía el oficio de José.

En esta genealogía se enfatiza a dos personas: Abram, padre de todos los judíos, y David, el rey más importante de Israel. Dios tenía un trato especial con David, por eso Dios le prometió que un rey de su genealogía iba a estar en el trono perpetuamente.

El Salmo 89: 3-4 dice:

“Hice pacto con mi escogido; Juré a David mi siervo, diciendo: Para siempre confirmaré tu descendencia, Y edificaré tu trono por todas las generaciones. Selah”

Dios cuando hace una promesa la cumple y cumplió la promesa hecha a David. Jesús, el rey prometido, reinará para siempre. Este mundo se acabará, todo lo que vemos se acabará, pero su reinado seguirá para siempre, por todos los siglos y los siglos.

El capítulo 1 versículos 18-25, comienza a hablar del nacimiento del rey Jesús y de que todas las cosas en su nacimiento lo prueban. El capítulo 2 versículos 1-12, la adoración al rey; llegan estos hombres sabios a adorar a Jesús, hombres sabios del oriente que sabían que en este tiempo específico Jesús estaba por nacer. Finalmente, el capítulo 2 del 13 en adelante trata sobre el testimonio del Rey evidenciando el cumplimiento de todas las profecías.

Mateo 2:15

15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.”

Esta es una profecía que se había dado muchos siglos atrás por Oseas.

Mateo 2:17-18

17 Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: 18 Voz fue oída en Ramá, grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron.”

Esto trata sobre la persecución que se da cuando Jesús nace. Herodes, quien se siente amenazado por Jesús, manda a matar a todos los niños de la edad de Jesús.

Mateo 2:23

23 y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.”

Isaías 11, hablaba que Jesús iba a nacer exactamente en esta zona.

Mateo 3:1-11

1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues este es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas.

Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.

Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”

Siguiendo la llegada del rey, la unción de este rey esperado, su coronación.

Mateo 3:17

17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”

Así inicia el ministerio de Jesús, a sus 30 años. Él proviene del anonimato, desarrollado en la carpintería, pero preparando su espíritu para el tiempo que viene. El hombre más importante de la historia viene con el propósito de salvar a toda humanidad: a todos nosotros. En lo espiritual Juan preparó el camino, como leímos.

En lo terrenal, no había mejor momento para que Jesús viniera. Alejandro Magno había hecho caminos que unían a todos los pueblos gentiles y el griego koiné era el idioma universal. Entonces era el tiempo perfecto en que los Evangelios se iban a dar. Esos caminos que se hicieron se usaron como púlpitos para predicar acerca de Cristo.

Hay tres aspectos increíbles de la coronación del rey: el bautizo del Hijo, el ungimiento del Rey y la palabra del Padre. Y aquí podremos ver la Trinidad actuando de manera perfecta, juntos en unidad.

El bautizo del Hijo

Mateo 3:13

13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.”

“Entonces” hace referencia a los textos anteriores, en el contexto del ministerio de Juan. En medio del ministerio de Juan entonces viene el Señor a él.

Lucas 3:21:

21 Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado…”

¿Podemos tratar de imaginar eso? Ir caminando a buscar el bautizo del Señor y a la par podría venir el Señor, el Rey de Reyes caminando junto a nosotros, anónimo y humilde. Yo creo que muchos líderes cristianos tenemos que aprender de la humildad del Señor.

“Vino” es la misma que se usa cuando habló al inicio del capítulo, cuando dice que Juan vino a bautizar. Esto hace referencia a una aparición pública donde algo va a cambiar y era el tiempo del Señor, era el tiempo de su coronación.

Marcos 1:9

9 Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.”

Entonces Marcos nos aclara que Él no sólo venía de Galilea, venía exactamente de Nazaret. Esto tiene una interpretación espiritual hasta cierto punto. Al norte está Nazaret, Jesús sale caminando (unos 80 o 60 kilómetros) y llega posiblemente donde Juan estaba, al sur del río. Nazaret era una ciudad sin atractivo, menospreciada. Por eso de Jesús decían “nada bueno sale de Nazaret”. El Señor puede hacer algo glorioso de lo más triste y de lo más vil.

Dice el versículo 13 que “Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán para ser bautizado por él”, por ende Juan estaba a punto de pasar la estafeta al Señor. Juan siempre supo que él era sólo un mensajero. En algún punto, el ministerio de Juan se terminaría y el de Jesús comenzaría. Juan sabía quién era Jesús, eran primos y lo conoció de toda la viday el Señor iba a ser bautizado por el último de los profetas, el hombre más importante que haya nacido mujer, así lo llamó Jesús. ¡Qué privilegio!

Entonces, ¿por qué Jesús tenía que venir al bautizo por pecado si Jesús nunca pecó? Juan sabía que éste nunca había hecho nada malo, pero ¿por qué venía con todos? Juan sabía que su bautismo era sólo para arrepentimiento y para volverse del pecado. Entonces, ¿por qué estaba ahí?

Podemos leer en la palabra que Jesús era Emanuel (Dios con nosotros), así que Juan enfrentó la misma duda que nosotros. En el versículo 14 dice que Juan se le oponía de forma constante, o sea estaba discutiendo con el Señor y decía “¿cómo Señor? yo necesito ser bautizado por ti y tú vienes a mí”. Esto no tenía sentido para Juan, yo bautizo para pecado y tú estás limpio, ¿por qué vienes a mí? Juan no entendía y le dijo yo soy el pecador y necesito de ti y ¿yo te voy a bautizar a ti Señor?,

Volvemos a la pregunta ¿por qué vino Jesús a bautizarse? Es Jesús mismo quien responde. Estas son las primeras palabras registradas de Jesús desde que él tenía 12 años y se perdió en el templo.

Mateo 3:15

“Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.”

La expresióndeja ahora se puede interpreta.r como: sé que eso es extraño Juan, sé que lo que estoy diciendo es extraño, tal vez no lo entiendas pero cede a mí, entiéndeme, deja, confía en mí, deja que yo haga esto porque así conviene, porque así es apropiado, porque es lo correcto hacer

¿Qué quiere decir que cumplamos toda justicia? La respuesta es que debemos cumplir toda buena obra. Entonces, vemos como Jesús decide que es correcto hacer esta obra (bautizarse) por eso Él lo va a hacer. Era un acto de piedad y santidad. Él vino a hacer toda buena obra, porque su corazón estaba como hombre a hacer lo que es correcto.

Mateo 17 dice que Pedro se acerca al Señor con la duda si debían pagar impuestos o no. El Señor le pregunta a Pedro ¿de quién recibe dinero los reyes?, ¿de los extranjeros o de sus hijos? Pedro responde de los extranjeros. Entonces Jesús le dice: si Dios es Dios de todas las cosas y Rey de todas las cosas y somos sus hijos, ¿cómo su hijo debo pagar impuestos? Concluimos que el Señor no tenía que hacerlo, pero decide hacerlo porque él vino a hacer todo lo que es correcto.

¿Qué pasa con el pecado? El Señor era perfecto, no ocupaba bautizarse. Juan no entendió que Jesús venía a identificarse con el mundo; Jesús vino a ser uno de nosotros, comía con nosotros, caminaba con nosotros, estaba con nosotros… Cuando Jesús es encarnado, Dios mismo es encarnado para estar entre pecadores hermanos.

Isaías 53:12

12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.”

El Señor mismo se hizo pecado por cada uno de nosotros, llevó el pecado de nosotros y se identificaba con los pecadores. Él no era un moralista. Tampoco un sabio más, a pesar de ser el más sabio de todos los hombres. Sino que ese que no pecó tomó el lugar de los que sí pecamos; ese que estaba limpio tomó el lugar de pecadores que estábamos sucios. Por eso Jesús era conocido como amigo de los pecadores. Él tuvo una madre pecadora y un padre pecador, amigos pecadores, hermanos pecadores, lo seguía multitudes de pecadores. Incluso, fue crucificado con dos pecadores a los lados.

Él conocía muy bien como gestaba el pecado en la gente. Pablo es tan correcto en decir, él es aquel que no tuvo pecado, por nosotros se hizo pecado. Y así empezó su reinado como rey, identificándose y dándolo todo por su pueblo. ¿Entendemos esto? Todos tenemos un rey. Ese rey puede ser nuestra pareja, nuestros hijos, tal vez el trabajo, un vicio, la lujuria, un hobby, el dinero o usted mismo… Todos esos son tiranos, nunca los podremos satisfacer, pero el Rey que yo conozco está dispuesto a morir por sus súbditos, a identificarse con ellos, a comer con ellos, a estar con ellos, a conocernos completamente y aun así amarnos.

Isaías 53.11

“Por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos y llevará las iniquidades de ellos.”

El bautismo simboliza que cuando se entra al agua, Jesús iba a entrar a la muerte; pero el momento que él saldría reflejaba su resurrección. En su resurrección es donde nosotros encontramos gracia y esperanza después de la muerte.

El ungimiento del Rey

” Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.” Mateo 3:16

Esto no es algo subjetivo, sino que toda persona que estaba ahí vio que los cielos fueron abiertos. En esta escena aparece el Espíritu Santo, el cual vino a ungir al escogido. Así como en el tiempo del rey David cuando vino Samuel y lo ungió, aquí el nuevo Rey aparece en los brazos de un profeta aún mayor que Samuel, el mismo Espíritu de Dios quien aparece como paloma del cielo.

Sabemos que el Espíritu Santo no tiene cuerpo, la forma de paloma representa para el apóstol Juan la confirmación del ministerio mesiánico en Jesús

Juan 1:32

“También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.”

También, la paloma es el animal sacrificial más común entre los judíos. La paloma significa sacrificio. En ese contexto, los que tenían mucho dinero traían un cordero, pero los que menos tenían llevaban una paloma. Esto simboliza que Jesús vino a morir por todos, los que tienen mucho o los que tienen poco, una vez más se identifica con nosotros.

¿Jesús necesitaba que el Espíritu Santo lo ungiera? No, Él es Dios, Él ya era uno con el Espíritu. Pero en su humanidad Él necesitaba fuerza, Él estaba por pasar tres años de sufrimiento donde Él iba a estar cansado, padecer hambre, tener sed, sufrir la angustia, y necesitaba ser fortalecido por el Señor.

Hechos 10:38 “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.”

El texto dice  Jesús de Nazaret (no Jesucristo o a Cristo) ya que se utiliza el nombre que lo identifica a su naturaleza humana. Jesús como hombre necesitaba fuerza, “…y como este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él”.

La Palabra del Padre

17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” Mateo 3:17

Recordemos que Dios no había hablado por 400 años. Lo último que había hablado fue al profeta Malaquías exhortando a Israel por ser un pueblo corrupto. Cientos de años después vemos a Jehová hablando desde el cielo diciendo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”. Para el Padre, el Hijo era el único sacrificio perfecto. La palabra complacencia describe como Dios conocía al Hijo, por 30 años lo había visto y sabía que no tenía ninguna mancha. Jesús es el que cumplió la ley y que todo lo hizo conforme a la voluntad del Padre. Jesús es el Hijo aprobado por el Padre.

Vemos por primera vez a Dios obrar como Padre. Jehová tenía muchos nombres en el Antiguo Testamento, pero Él comienza a actuar con su naturaleza más hermosa, que es su naturaleza de Padre. Este es mi Hijo amado, en quien soy muy feliz, en quien tengo todo el gozo. ¿A cuántos no nos hubiera cambiado la niñez, si tu papá te hubiera dicho esto?

Las buenas nuevas del Señor dicen que en Jesús podemos ir al Padre también. Él nos llama hijos y nos hace coherederos con Cristo. Este es el Rey que creemos. ¡Qué introducción planeó el Señor para Él! Su reino se acercó, y su propósito era salvarnos a todos por medio de su muerte.

Así comenzó el reinado del Rey de Reyes, que nunca se acabará.

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