Devocional: Armadura de Dios – Día 2
La coraza de justicia
Plan devocional: Día 2 de 5
Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia de Dios
Efesios 6:14
Nunca me ha gustado la guerra y quizás a usted tampoco. Sin embargo, muchas veces vamos a tener que ir a luchar, aunque no queramos y seamos indiferentes, pues evitar una situación no va a hacer que desaparezca. Pero hay que ir a batallar como Dios dice, no como nosotros pensamos o queremos.
Hace un tiempo, hubo un malentendido entre varias personas donde no estuve involucrada y de repente me vi envuelta recibiendo acusaciones falsas. ¡El enojo vino a mí como un flash! Una parte de mí me decía “paga bien por mal” (en realidad era el Espíritu Santo), pero otra parte (¡mi carne por supuesto!) empezaba a planear en la mente como hacer “justicia propia” y de alguna manera defenderme…Pero oré, aún en medio del enojo y “mis emociones”.
Jesús dijo “si a mí me han perseguido a ustedes también los perseguirán”; entonces, ¿Quién soy yo para creerme más importante que Él y tratar de establecer mi propia justicia cuando Él murió por mis pecados, en mi lugar, justificándome sin merecerlo?
La coraza de un guerrero es como un chaleco de un material muy resistente que cubre y protege gran parte del cuerpo incluyendo el corazón; y la Biblia dice que nuestro corazón es engañoso ¡imaginemos de qué nos está protegiendo! En el momento que me quité la coraza de LA JUSTICIA DE DIOS, quedé expuesta, y el padre de MENTIRA me decía “¡defiéndase, ataque, exponga, diga!”; y yo sin duda le estaba dando espacio a hacerlo.
El haber hecho caso a mi humanidad en vez de a Dios, hubiese traído destrucción en vez de paz, división en vez de unidad, y no quiero eso; quiero obedecer a Quien más me ha amado dando Su vida por mí, aunque duela. Dice la Biblia en Santiago 2:13 que “juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.”. Solo Jesús es mi Justicia y mi Paz.
Oremos
Padre hoy te pido perdón y me arrepiento de las veces que he querido defenderme basada en mi razonamiento humano y no en lo que Tú dices que haga; enséñame a ponerme esa armadura de Justicia, la que proviene solo de Ti, sabiendo que solamente acercándonos a ti y conociéndote cada día más, tú nos defiendes y nos guardas inclusive de nuestros propios pensamientos. Te necesito Jesús siempre, guarda mi mente y mi corazón, en tu nombre. Amén.
Alejandra Rodríguez
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