Devocional: Consejos Prácticos para Jóvenes – Día #5
Plan devocional Día 5 de 8
“La siguiente declaración es digna de confianza: «Si alguno aspira a convertirse en líder de la iglesia, desea una posición honorable». Por esta razón, un líder de la iglesia debe ser un hombre que lleve una vida intachable. Debe serle fiel a su esposa. Debe tener control propio, vivir sabiamente y tener una buena reputación. Con agrado debe recibir visitas y huéspedes en su casa y también debe tener la capacidad de enseñar.” 1 Timoteo 3:1-2
En el texto se habla de cómo debe comportarse una persona que quiere ser o es líder en la Iglesia. Al igual que en el liderazgo, es importante que esas cualidades formen parte de nuestra vida cristiana, porque nos enseñan a vivir una vida agradable al Señor y ejemplar para las personas que nos rodean.
¿Cómo vivimos una vida intachable y de buena reputación? Nuestro ejemplo perfecto para eso es Jesús. Él nos mostró una vida en santidad y obediencia a pesar de la tentación y la prueba. Entonces, necesitamos tener una relación personal donde busquemos su presencia todos los días y nos dejemos guiar por su Palabra. Esa relación nos va a llevar a anhelar ser como Él y reflejaremos a las demás personas lo que Él hace en nosotros. Esto no quiere decir que vamos a dejar de equivocarnos del todo, sino que cuando pequemos iremos a Cristo con un corazón arrepentido, dejando ese pecado atrás, y disponiéndonos a ser cambiados por Él.
Cuando yo tenía una discusión con alguien, solía perder el control y decía palabras hirientes. Todavía hay veces que puedo molestarme, pero ahora hay una diferencia en mí, Cristo. Cuando me pasa una situación difícil, me detengo un tiempo y oro para pedirle sabiduría a Él y no actuar con orgullo ni enojo, sino con humildad y paciencia. Estoy segura de que este tipo de cosas no las podemos lograr con nuestras propias fuerzas, pero sí con su poder y su amor que nos transforman y perfeccionan. Como dice 2 Co. 5:17, Cristo nos hace personas nuevas. ♥
Oremos:
“Jesús, te damos gracias por tu amor y porque que tú nos convertiste en personas nuevas en ti. Oramos para que siempre podamos vivir conforme tu palabra. Moldéanos para que nuestros pensamientos y acciones sean como las tuyas y podamos reflejarte en todo momento y ser ejemplo de cuan grandioso es tener un encuentro contigo. ¡Amén!”
—
Sofía S.
26 años, acepté al Señor hace 7 años, sirvo en la Iglesia hace 6 años.
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