Devocional: Consejos Prácticos para Jóvenes – Día #8

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Aprovechando el tiempo

Plan devocional Día 8 de 8

“No pierdas el tiempo discutiendo sobre ideas mundanas y cuentos de viejas. En lugar de eso, entrénate para la sumisión a Dios.” 1 Timoteo 4:7

Cuando somos jóvenes, y pensamos en la palabra «tiempo» tendemos a pensar que siempre habrá mucho para hacer las cosas. A veces menospreciamos el valor del tiempo, nuestra vida en la Tierra tiene un inicio y un final. Tal vez esta no sea la introducción más atractiva para un devocional pero quédense conmigo porque aquí es donde se pone interesante.

Pablo comprendía que nuestro tiempo en la Tierra es limitado, y cómo usamos el que tenemos disponible es muy importante, por esta razón motiva a Timoteo a no perder el tiempo «discutiendo ideas mundanas y cuentos de viejas», ¿y a qué se refería con esto? Tal vez en nuestro día a día podemos pensar «yo jamás pierdo mi tiempo en algo así», pero hay muchas cosas que compiten por nuestra atención constantemente, e igual le pasaba a un joven Timoteo. Debemos examinar nuestra vida y ver qué nos puede estar distrayendo y haciéndonos perder el tiempo. Pueden ser las redes sociales simplemente dando swipe up por horas, conversaciones vacías con nuestros amigos, una relación o jugar videojuegos hasta que amanezca, etc.

En mi caso yo me vi confrontada por la cantidad de tiempo que invertía en las redes sociales en un sólo día, y lo poco que invertía en lo que Pablo nos manda a ser entrenados, «la sumisión a Dios». Tuve que tomar una decisión sobre en qué iba a invertir el tiempo que Dios me ha dado , y así lo hice. Desde ese momento en adelante empecé a invertir más en mi entrenamiento; y como en todo entrenamiento debemos desarrollar una rutina de ejercicios que debemos seguir para llegar a la meta deseada. Nuestra rutina diaria debe tener estos tres ejercicios básicos:

1- Orar: El primer ejercicio que debemos realizar diariamente debe ser la oración, ya que sin tiempos de intimidad con Dios, no le podemos conocer a profundidad y esta es la voluntad del Padre, que seamos cercanos a Él.

2- Leer y meditar la Palabra: Parece obvio, pero por lo general no invertimos suficiente tiempo en estudiar Su Palabra. Salmo 119:105 dice que Su Palabra es la lámpara que guía nuestros pies y es luz para nuestro camino, nos enseña la forma en la que debemos andar día a día.

3- Ser obedientes: Es importante que no solo escuchemos y leamos la Palabra sino que es necesario que la pongamos en práctica como nos dice Santiago 1:22, ya que de lo contrario, nos engañamos a nosotros mismos.

Con esta rutina de «ejercicios» constante, nos entrenamos diariamente para la sumisión a Dios en todas las áreas de nuestra vida. Los invito a leer 1 Timoteo 4:8, dónde podemos ver los resultados, los cuales no solo nos dan beneficios en esta vida sino que también en la vida que viene en Jesús.

Oremos:

“Padre, gracias por escogernos y permitirnos conocerte desde jóvenes. Hoy te pedimos perdón si no hemos sido ejemplo para las personas que nos rodean. Llévate todo temor y falta de confianza. Te invitamos a tomar el control absoluto de estas áreas de nuestra vida, enséñanos a hablar, a actuar, a vivir en amor, en fe y a buscar tu santidad todos los días. ¡Te necesitamos, papá! En el nombre de Jesús, ¡Amén!”

Andrea G.
(25 años, 10 años de ser cristiana, 8 años sirviendo en la Iglesia)

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