Devocional: Perdono, pero nunca olvido – Día #1
«Yo tengo la razón»
Plan Devocional Día 1 de 5
«“Lo más importante de todo es que sigan demostrando profundo amor unos a otros, porque el amor cubre gran cantidad de pecados.”…
1 Pedro 4:8 (NTV)
Debo confesarlo, ¡soy imperfecto! Ni siquiera puedo enumerar las veces en las que he fallado, herido u ofendido a mis hermanos en la iglesia. Siendo totalmente honesto, un tanto igual han sido las ocasiones en las que yo he sido dañado por otros. Es natural que donde hay comunión haya también conflicto.
Recuerdo una experiencia en particular con un gran amigo: un día tuvimos una fuerte diferencia sobre una decisión que yo había tomado. Ese día ambos nos hicimos daño, sin embargo, lo que quedó grabado en mi memoria fue la manera en la que Dios trató con nuestros corazones y puso una humildad que definitivamente no venía de nosotros. Pude ver como el amor fue más fuerte que el enojo y la compasión fue más grande que «el yo tengo la razón».
Nosotros como hijos de Dios no somos iguales al resto del mundo, nuestras actitudes y respuestas deben ser diferentes, no porque nosotros seamos mejores sino porque el carácter de Jesús se está moldeando en nosotros. Cuando Cristo en el acto más grande amor jamás visto, murió en la cruz, todos nuestros pecados fueron cubiertos, todo nos fue perdonado. ¿Cómo no habríamos de perdonarnos entre nosotros? ¿Quiénes somos para decidir cuando perdonar y cuando no?
Oremos:
Papá gracias por enviar a tu Hijo a morir por nosotros, gracias por amarnos más allá de los límites que podemos entender. Hoy con un corazón humilde te venimos a pedir que formes en nosotros el carácter de Cristo, que nos enseñes a amar como tu amas y a perdonar sin condiciones. Te pedimos que nos muestres si hemos anidado en nuestro corazón rencor, hoy queremos dejarlo delante de tu altar y no cargar más con el. En el nombre de Jesús, amén.
Emanuel Uritum
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