El corazón: fantasías, ilusiones y tentaciones
Éstas semanas hemos estado hablando acerca del corazón y cómo la Biblia se refiere a el, que el Señor está interesado en nuestro corazón más que en cualquier otra cosa.
Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. 1 Samuel 16:7.
Pero Satanás también está interesado en nuestro corazón, vemos como Judas estaba tan cerca del Señor pero Satanás toca su corazón, hasta llegar al punto de traicionarlo.
El corazón es engañoso, más que todas las cosas (Jeremías 17:9) y la Biblia nos llama a guardarlo (Proverbios 4:23), a saber que no se lo podemos entregar a cualquiera, que el corazón que el mismo nos dio lo guardemos para entregárselo a él mismo. Los gentiles aman todo lo que el mundo ama hoy en día, las cosas materiales, lo que es fácil, lo que vas a poder tener en esta tierra pero el día que te mueras no puedas llevártelo, mientras que las personas que conocen al Señor buscan los regalos del Señor en la eternidad, no en esta vida pasajera.
También hemos hablado acerca de los tiempos del Señor, que no podemos adelantar sus tiempos, pero si atrasarlos, como el pueblo de Israel que estaba llamado a pasar solo 40 días en el desierto y pasaron 40 años. Los tiempos del Señor son perfectos aunque hoy no los entendamos, y cuando al fin llegan, lo vamos a saber, no habrá duda.
El Señor nos dará sabiduría para reconocer sus tiempos, para tomar desiciones que estén dentro de su voluntad, y esta sabiduría se fundamenta en una cosa, el temor a él.
Muchos estan pasando por momentos de tristeza, de dolor, de desilusión, personas que creían que amaban quiza los traicionaron, o que saben que los tiene que dejar, problemas en la familia, o tantas otras situaciones que afectan el corazón, y por eso nos hemos enfatizado en el corazón, a que no importa lo que pase, que guardemos el corazón porque el Señor tiene algo con nosotros.
Hoy queremos hablar acerca de las fantasías, las pasiones, las tentaciones que nuestros ojos ven.
El Señor pasó 40 días y 40 noches en el desierto para ser tentado:
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo.
Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra.
Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.
Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Lucas 4:1-7.
En estos versículos el enemigo también es conocido como el tentador. En esta ocasión tienta al mismo Señor. Queremos enfocarnos en el versículo 3, en donde el diablo le muestra todos los reinos y su gloria, es muy interesante que se los haya mostrado, de forma visible, porque nosotros como humanos muchas veces necesitamos ver, creemos en el Señor hasta que vemos las cosas, ¿pero cuando no las vemos? Pero el Señor le responde:
Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. Lucas 4:8.
Muchas veces necesitamos ver las cosas, porque el mundo nos da toda una experiencia visual, algunos que son diseñadores sabrán que la gente se deja llevar más fácilmente por la vista, lo que ve, si le gusta lo que ve, lo quiere. Y esta época está llena de eso, de un montón de fantasías, de pasiones que el mundo te vende y te deja verlas con tus propios ojos, mientras la Biblia te dice, cree en este Dios invisible, que no puedes ver, que ahí está pero no lo puedes ver. El mundo te rodea de cosas sensoriales, ver, tocar, oír, y por eso muchos cristianos se ven tentados y se desenfocan del verdadero propósito que dice la Biblia, y eso pasa en todos los ámbitos, tanto afuera, como en el mundo cristiano, como en el amor, como en todo. Pero Pedro nos dice:
Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que nunca lo han visto. Aunque ahora no lo ven, confían en él y se gozan con una alegría gloriosa e indescriptible. La recompensa por confiar en él será la salvación de sus almas. 1 Pedro 1:8-9.
Pedro les dice a estas personas, ustedes no lo ven, pero lo aman, y se regocijan en él, están llenos de gozo en él, y el resultado de eso es su fe y su salvación, porque algún día morirán y estarán con él.
Si estás siendo tentado y te has mantenido firme, el Señor quiere decirte que su camino muchas veces es difícil, que aunque camines por valle de sombra y muerte el estará contigo, porque existe una idea muy equivocada que la publicidad de muchos medios cristianos nos vende, que todo va a salir bien y que todo va a ser bonito, pero eso no es lo que dice la Biblia.
Hoy muchos se apartan del Señor por estas tentaciones visuales, por lo que ven, por ilusiones. Un ejemplo de esto es la pornografia, es una fantasía que nuestros ojos ven, es tener relaciones con hombres o mujeres que no conoces, que estás viendo en una pantalla, en una revista o lo que sea, un engaño. ¿Para qué? Para dañar tu sexualidad, parte de lo que el Señor te regaló se daña cuando ves pornografia, dañas algo que el Señor tenía para ti, ¿Porqué? porque el mundo te engañó. Lo mismo sucede con los video juegos, las películas, entre otras cosas, no es que estas cosas estén malas en si, lo que pasa es que mucha gente se enferma con estos temas, los toman y los hacen parte tan fundamental de su vida, juegan video juegos todo el día o pasan viendo películas, y se desenfocan de lo verdaderamente importante, lo que la Biblia dice que es importante.
¿Y qué es lo verdaderamente importante? No es ni siquiera estar en una iglesia. Claro que es parte de nuestro proceso, de nuestra convivencia diaria, de ser alimentados por el Señor y servirle, pero no es lo más importante.
También hay gente que tiene fantasías con personas incorrectas, y les hace perder años de su vida con gente que no era la persona que el Señor tenía para ellos, y entregan su corazón y son dañados y pasan años de su vida tratando de sanarse, y nuevamente, se alejan del Señor y de lo verdaderamente importante.
Hay una estadística que dice que el 7% de las parejas que se divorcian lo hacen por una fantasía, conocieron a alguien que les pareció la mejor opción por un momento, que quizá lo hacía sentir mejor que su esposo o esposa, que les daba ¨amor¨, de ese 7%, el 6% se arrepiente de haberlo hecho, de haber dicho sí, de haber respondido el mensaje que los llevó a eso. Por eso la Biblia le dice al joven: ¡Huye de las pasiones juveniles! no les dice mantente, juega un poco, ¡no! sino, ¡huye! 2 Timoteo 2:22.
Hay otras fantasías, lo que el mundo vende: carros, viajes, dinero, reconocimiento, eso es lo que quiere nuestra carne. Cuanta gente pasa todo el día enfocada en generar solo dinero, no le importa nada más que generar dinero, porque creen que eso es el verdadero éxito, mientras que la Biblia dice que todas estas cosas materiales que tenemos ahorita, los ladronees se las pueden robar, se van a herrumbrar, se van a quedar aquí, pero tenemos que hacer más bien tesoros en el cielo.
También hay fantasías en los cristianos, y son visuales como las del mundo. Los cristianos se meten a Youtube, ven videos de música, de predicadores y dicen: quiero ser así, como él, ¿Pero saben cuál es el problema de esto? Toman el propósito del Señor y dicen: – No, es mejor ser así como veo que son ellos! Pero la Biblia no dice que sean así, talvez algunos serán llamados a eso, talvez otros no, pero eso los desenfoca. Otra mentira es que entre más numerosa sea la cantidad de miembros de una iglesia, mayor es el éxito, si esto fuera así, Jesús hubiera fracasado, porque la Biblia registra aparte de los 12 discípulos, a 120 personas más que siguieron a Jesús, mientras que habían otros líderes con miles de seguidores, ¿Pero cuál era la diferencia? que los discípulos de Jesus eran personas apasionadas, llenos del Espíritu del Señor, simples, muy simples pero llenos de su espíritu, dedicados menos a hablar y más a demostrar el poder de Dios.
Algunos también se deslumbran del conocimiento de otras personas, y quieren conocer tanto la Biblia como ellos, se enfocan tanto en conocer y aprender y crecer de manera intelectual que se desenfocan de lo verdaderamente importante. No está mal querer saber más de la Biblia, pero el problema es si queremos saber más y más solo por guardar conocimiento y nuestro corazón no está enfocado en lo verdaderamente importante.
¿Y qué es lo verdaderamente importante? ¿Cuál es el verdadero propósito? El Señor les dice a sus discípulos: Vayan y hagan discípulos, vayan y evangelicen, que las personas conozcan de Dios. El verdadero propósito de nosotros es ir y llevar las buenas nuevas a las personas que no conocen del Señor. Mateo 28:19-20.
La forma en la que alabamos al Señor es cada vez que le hablamos del Señor a otra persona, esa es la mejor forma de alabarlo, llevando su palabra. Y no solo es ir y llamarlos, sino que también discipularlos, enseñarles lo que hemos aprendido del Señor, no importa que sea mucho o que sea poco.
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