Devocional: Libertad Sobre la Religiosidad – Día #2
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Una relación profunda con Jesús
Plan Devocional Día 2 de 5
«Un abismo llama a otro abismo en el rugir de tus cascadas;«
Salmos 42:7
Piense conmigo por un momento en un abismo; uno más grande que ese visto en películas o ilustraciones. Un abismo es “una profundidad sin fondo”, pero para efectos prácticos, es un lugar realmente profundo. El abismo Challenger en el Océano Pacífico es el punto más profundo conocido de los fondos marinos de la Tierra; su profundidad supera la longitud del Everest. Pensemos en un abismo como ese.
Ahora imaginemos un abismo que no está en silencio total, sino que está bullicioso por el golpe de aguas, de cascadas que van de un lugar a otro.
Cada espacio vacío de lo íntimo y de lo profundo de nuestro espíritu, solamente puede ser lleno con lo íntimo y lo profundo de Dios. Nuestra vida se llena solo con la intensidad y con lo inagotable del Señor, que al igual que las cascadas, rugen diciendo nuestro nombre, llamándonos con continuidad.
Como me cuesta entender tal profundidad y tal necesidad que tengo de Jesús en medio de días acelerados y superficiales. Cuando nuestra relación con Él es superficial, solamente refleja religiosidad. Jesús nos quiere libres de toda religiosidad, de toda superficialidad. Nos quiere con un alma sedienta de él y descansada en su obra redentora. El Señor puso eternidad en nuestros corazones (Eclesiastés 3:11) y solo lo eterno de Dios nos puede llenar.
¿Qué tal si hoy vamos un poco más profundo?
Oremos:
Señor Jesús, hoy quiero orar usando más el corazón, y menos la estructura que siempre tiendo a usar cuando hablo contigo. Quiero realmente meditar en tu Palabra, aunque sea un versículo, en lugar de leer solamente.
Ayudame a ser intencional, hoy un poco y mañana un poco más. A dar pequeños o grandes pasos que me lleven a lo íntimo de tu corazón y me alejen de lo superficial.
Nancy Carvajal
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