Devocional: Nos congregamos porque: – Día #4
El hombre se afila con el hombre
Plan Devocional Día 4 de 5
“El hierro con hierro se afila, y el hombre con el rostro de su amigo.”
Salmos 27:17
En un momento de la historia en el que muchos afirman “tener la verdad”, no es poco común escuchar ideas similares a “uno no necesita de una iglesia para buscar a Dios; usted busque a Dios a su manera y listo” y lo cierto es que, en algún momento de mi vida, creí que esto era verdad, e intenté realizarlo, y, obviamente, fue un rotundo FRACASO.
Cuando tenía pocos meses de congregarme en la iglesia, la intensidad de los cursos de la universidad comenzó a subir bastante, además, hacía poco tiempo había tenido una situación con varios hermanos de la iglesia con la que “no me sentí cómoda”, y no quise solucionar ese tema, sino que preferí dejarlo tal y como estaba, no lo resolví y no lo hablé con las personas debidas; sino que creí que alejarme de una vez era lo correcto, entonces decidí darle prioridad a mi carrera, y con las semanas, comencé a faltar seguido a la congregación.
Con la falta de la compañía de mis hermanos en Cristo, no oraba con la misma frecuencia, me rodeé de tentaciones, ya mi amor por la gente no era el mismo, me irritaba y entraba en ira muy a menudo…. en fin, definitivamente algo en mí se había apagado; y aunque estaba otra vez rodeada de mis antiguos amigos, me sentía sola. En medio de esta soledad, recuerdo que, con el afán de esa época, estaba sumamente cansada, incluso harta de cosas que nunca cambiaban; y ya no tenía cerca a mis hermanos de la iglesia, quienes en otros momentos me habían escuchado y ayudado; y por vergüenza y temor no los busqué durante meses. Ya no tenía quién me sostuviera los brazos en la dificultad. Mis amigos del mundo me decían consejos que durante varios días me hacían sentir mejor, pero luego la aflicción seguía igual.
“Y como a Moisés se le cansaban los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo; Moisés se sentó en ella, mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. De esta manera los brazos de Moisés permanecieron levantados hasta la puesta del sol” Éxodo 17:12
Nunca olvidaré la tarde de Diciembre en la que regresé, mis hermanos me recibieron con el amor de siempre, y haber adorado con ellos a Dios de nuevo, fue como beber agua luego de meses de sequía. El Señor me hizo entender que en cualquier congregación del mundo tendremos situaciones, y es necesario resolverlas de frente, con amor; teniendo en cuenta que es ahí, en medio de nuestros hermanos, que Dios nos moldea para ser cada día más parecidos a Él.
Oremos:
Señor, gracias por la congregación en donde me has colocado. Te pido me enseñes a atesorarla, a tratar con amor y temor de Dios a mis hermanos; y me des la valentía para afrontar las situaciones difíciles con humildad, entendiendo que a ti te agrada que siempre estemos unidos. Amén
Thamara Picado
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Benditas aflicciones que nos muestran que no estamos solos así cuando parece que todo se está acabando y siempre tenemos esa oportunidad de volver a casa y apoyarnos genuinamente en nuestros amigos, por experiencia propia confirmo que si es así, y se siente genial mas allá de participar, poder pertenecer a un lugar así.
Así es Keilyn. ¡Que bueno!
OLIVO, familia que nunca abandona, bendiciones a la distancia se les quiere… 🙏