Propósito de año nuevo: Ser intencionales con Dios

Escrito por:Iglesia El Olivo

Entre tantas metas e ideas para empezar un nuevo año, la más importante debe ser, conocer más a Cristo, poder estar más cerca de él, escuchar más claramente su voz, amarlo más, estar más apasionados.

Una de las cosas más importantes para crecer en nuestra relación con el Señor es que tenemos que aprender a ser intencionales. Es imposible «accidentalmente» convertirse en grandes amigos con alguien, debemos ser intencionales acerca de pasar mucho tiempo juntos. Cuando amamos a alguien y queremos conocerlo, eso conlleva esfuerzo, sacrificio, y lo más importante, tiempo. Significa perseguir, buscar, llamar, insistir, conquistar (Mateo 7:8).

Ser intencional significa: trabajar con un propósito… hacer que cada acción cuente. Es estar consciente de la misión, que significa tener presente el panorama general. Es enfocarse en hacer las cosas correctas, momento a momento, día a día y luego seguir trabajando en ellas de forma consistente.

Dios quiere ser encontrado y conocido por nosotros, y al encontrarlo vamos a descubrir que es el mayor logro que pudimos fijarnos este año. Pero no podemos pensar que eso va a ser solamente un acto sobrenatural de Dios y de pronto vamos a tener esa relación con él que vemos en muchos hombres de la Biblia.

David habla de su deseo de hacerle un lugar al Señor donde pueda reposar su presencia, un deseo que le provocaba desvelos (Salmo 132:4), Enoc caminaba con Dios (Génesis 5:24), Cornelio oraba y ayunaba a las 3 de la tarde cuando tuvo una visión y él y su familia fueron salvos (Hechos 10:30), y el mejor ejemplo de todos siempre es Jesús; si estudiamos su vida de oración, vamos a leer como se levantaba muy temprano a orar, y al terminar su trabajo al final del día, se apartaba a lugares solos y oraba.

Una cosa que tuvieron en común todos ellos, es que fueron intencionales en su búsqueda de Dios, y gracias a eso, Dios se dejó encontrar. Para ponerlo en palabras más claras, ser intencional significa que si queremos tener más de Dios, probablemente tengamos que cambiar nuestro estilo de vida, y todo en nuestro estilo de vida sea ajustado en función de poder conocerlo más a él. Cosas como: re acomodar la hora en la que nos levantamos y nos acostamos, poner alarmas para levantarnos a orar, ajustar el tiempo que dedicamos a ver televisión o hacer ejercicio, incluso el tiempo que pasamos con nuestros amigos y familia, o talvez, tomar el almuerzo o el café del trabajo para apartarnos a orar y leer la Biblia. Todo eso porque tenemos claro nuestro objetivo y nuestra mayor necesidad, que es conocerlo más a él (Jeremías 9:24).

Ser intencional conlleva planear, debemos planear nuestro tiempo con Dios, no debe ser algo improvisado o esporádico. Planea tiempos de oración, tiempos de ayuno, tiempos para leer la Biblia. Oremos más este año, ayunemos más, leamos más la Biblia.

Cuanto más intencionales seamos en crecer en comunión con Jesús, más se fortalece nuestro amor por Él. Y cuando nuestro amor por Él se fortalece, la manera en que expresamos nuestra adoración cambia.

La recompensa al final no se compara con ningún otro premio o logro que podamos obtener, la recompensa es Cristo mismo, es escuchar su voz, es ver su rostro resplandeciendo como lo hizo Juan en la isla de Patmos, es sentir que caminamos sobre el agua como Pedro, es escuchar la voz del Padre diciendo: ¡Este es mi hijo amado en quien me complazco! Muchas de nuestras luchas y temores se deben a que no hemos pasado suficiente tiempo con él para poder escuchar la verdad.

¿Qué cosas debes ajustar para pasar más tiempo con él?

El Señor tiene una recompensa:

De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan. Hebreos 11:6

¿Vas a ir por ella?

Iglesia El Olivo

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