Devocional: ¿Qué celebramos? Día 3

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Plan devocional día 3 de 5

Un consolador

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación”

2 Corintios 1:3

Llegamos a diciembre, una de las temporadas más esperadas por muchos durante el año. Se puede ver esa alegría en las personas, las luces, los adornos y los regalos que es muy característico de la Navidad.

Hablando de regalos, meditemos en el regalo del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo y en uno de los tantos regalos que El mismo traía para nosotros. Hablo de Su consuelo. 2 Tesalonicenses 2:16-17 dice que el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, nos amó y nos dio consolación eterna por gracia. Tenemos en Cristo regalos que no caducan ni tienen fecha de vencimiento, ni mucho menos exclusivos de una época del año.

Que descanso es saber que Cristo estará a nuestro lado, consolándonos en cada momento de nuestro caminar en Él, en cada día de nuestra vida y por la eternidad.  ¿No es eso un regalo maravilloso?, ¿Digno de alabar y bendecir al que nos lo dio por su gran e inmenso amor hacia nosotros? No importa lo que estemos pasando, o lo que hayamos pasado, o lo que vayamos a enfrentar, es seguro que nuestro Dios y Señor de toda consolación estará ahí siempre para tendernos su mano y levantarnos.

Oremos:

Gracias Padre eterno, por darnos el hermoso regalo que es tu Hijo. Por estar ahí todos los días para consolar nuestro corazón y darnos nuevas fuerzas. Por ser fiel y no dejarnos. Porque hoy tenemos la certeza de que en Cristo Jesús hay consolación eterna. Te alabamos y te bendecimos, amén.

Rossy Villanueva


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