Fiesta de Navidad para Niños – 2018
Durante los últimos 7 años, el ministerio de ayuda social de la iglesia El Olivo ha coordinado diferentes actividades para ayudar a personas en riesgo social. Durante el pasado mes de diciembre, se recolectaron víveres y regalos para entregar a niños de diferentes comunidades donde habitan familias de escasos recursos. Los miembros de la iglesia se unieron para hacer sus donaciones de regalos, solicitar colaboración en sus trabajos y universidades, o participar activamente en la entrega de los obsequios para estos pequeños.
A diferencia de otros años, y gracias a la fidelidad de Dios al usar a personas que aportaron generosamente, se pudieron realizar dos fiestas para niños en las comunidades del Llano de Alajuela y en Guatuso de Desamparados. Adicionalmente se entregaron canastas con el diario básico a diferentes familias. Específicamente se colaboró en conjunto con la organización Casa de Paz cuyo ministerio sirve a poblaciones en riesgo social y entre sus proyectos cuenta con un comedor infantil que fue el sector meta con el que se colaboró a finales del año anterior.
Más que un evento adicional en una agenda, el objetivo principal al llevarles los obsequios a estos niños es acercarse a ellos y entregarles un tiempo de calidad, cariño, afecto y amor; y a la vez compartirles un mensaje vivo y lleno esperanza que les acerque más a conocer a Aquél Quien por excelencia representa el verdadero amor: a Jesús el Hijo de Dios. Creemos firmemente como dice la palabra de Dios en Proverbios 22:6 que si se si instruye a un niño en su camino, aún cuando fuere viejo no se apartará de él.
La biblia nos muestra en 2 Corintios 9:7 que Dios no solo ama el corazón generoso : “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”; sino que también en la primera carta de Juan 3:16-18 nos exhorta a amar no solo de palabra sino también a través de nuestras acciones: “En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad” 1 Juan 3:16-18
Sabemos que Dios se glorifica en la obediencia, la cual es un fruto de amor de sus hijos no por temor sino que es una consecuencia de un corazón agradecido. Así que como enseña su palabra, si el Señor nos ha bendecido primeramente con el don de la salvación y además en su infinita misericordia nos provee de todo lo necesario para vivir cada día, ¿cómo no hemos de compartir lo que Él nos ha dado con aquellos que más lo necesitan?. Nada nos pertenece, todo es de Él y debemos ser fieles administradores de ello.
La palabra dice que la fe sin obras está muerta, no que éstas salven en sí mismas, sino que la acción es consecuencia del permanecer en Cristo Jesús. Así; nuestra oración es que estos pequeños a través de estas acciones de generosidad recuerden – si así Dios lo dispone en sus corazones – que un gesto y muestra de afecto incondicional fue la semilla de esperanza sembrada en su niñez para creer el mensaje de las buenas nuevas de salvación en Cristo Jesús.
La compasión, la generosidad, el amor, y el servicio son agradables a Dios y son evidencia del fruto del espíritu en el creyente. Mateo 15:32 muestra una porción del carácter de nuestro Señor cuando dice: “Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino.”
Cada día Dios en su fidelidad va transformando al creyente para parecerse más a su hijo. La palabra nos dice que Jesús se manifiesta y habita en la persona que ha nacido de nuevo: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” Juan 14:21 . Así que cada vez que uno de estos niños recibe el amor, cariño y generosidad de un creyente, lo está recibiendo de parte de un embajador de Cristo, donde el Espíritu Santo se encargará de hacer su obra en el corazón de estos pequeños a través del cristiano que es simplemente una vasija, un obrero del reino de Dios encargado a ser fiel a su mensaje.
Que Dios Padre sea glorificado cuando sus hijos aman de palabra, hecho y de verdad, permitiendo al espíritu que mora en ellos reflejar a través de su obediencia y acciones al único que merece toda la honra, y el honor: a Jesús el Hijo de Dios.
Nota adicional : Continuamente el ministerio de ayuda social de la Iglesia el Olivo invita a los hermanos para que aporten primicias para así seguir llevando provisión, bendición y esperanza a quienes más lo necesitan, recordándoles que la alimentación es un derecho primario básico diario y no solamente de una vez al año. Los invitamos a que si usted desea colaborar se ponga en contacto con nosotros a través del correo electrónico info@iglesiaelolivo.com
GALERÍA (Fiesta para Niños, Obra Social 2018)
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