Avivamiento espiritual
Creo firmemente que en estos días Dios está trayendo un mover de su gloria mayor a la iglesia. Está sacudiendo. Dios va a mostrarse en una mayor forma, o mejor dicho Dios va a comenzar a mostrarse en Su naturaleza, es decir: sobrenaturalmente.
¿Es acaso que Dios no quería mostrarse antes? Claro Si quería. El anhelo de Dios siempre ha sido mostrarse a la humanidad, mostrar su grandeza y hacernos parte de su familia (Efesios 1:5). Lo que sucede es que en su gracia infinita Dios ha decidido usar a sus hijos para mostrarse a la humanidad, y pocos han estado dispuestos, a lo largo de la historia, de darse para ser herramientas en las manos de Dios.
Tengo certeza de que Dios traerá avivamiento, una lluvia de su gloria, un establecimiento de SU DOMINIO, pero ¿Cómo seremos parte de un avivamiento si nosotros no estamos vivos aún?, debemos ser avivados nosotros primero. ¿Estás vivo?
¿Vivo o muerto?
¿Cómo sabes si algo está vivo o muerto? Es muy sencillo. En la escuela nos enseñan que un ser vivo nace, crece, se reproduce y muere, eso diferencia una planta de una roca. Obviamente estás vivo, estás leyendo esto, te movilizas, creciste desde niño y continuarás envejeciendo, estás vivo…por lo menos en lo físico. ¿Cómo sabes si estás vivo espiritualmente?, es muy simple, analiza si los mismos principios se dan en TU VIDA ESPIRITUAL (que realmente no debería estar separada de la espiritual, eres un ser espiritual en un cuerpo, no al revés).
La palabra dice que si recibiste a Cristo has nacido de nuevo (Juan 3), diste el primer paso de tu vida espiritual. ¡Eso es genial!, la biblia dice que se hizo una fiesta cuando naciste de nuevo. El problema acá es que muchos cristianos no han pasado de su nacimiento. Pasan y pasan los años en la iglesia, usan la misma silla domingo a domingo, pero no avanzan en su vida, siguen siendo bebés espirituales, siguen tomando leche, no llegan a comer carne, no logran caminar y continúan gateando (en el mejor de los casos) y su boca en donde debería haber palabra de poder solo se usa para babear. Simplemente no han crecido, no se desarrollan, están espiritualmente atrofiados.
¿Te reproduces? Jesús nos envió a hacer discípulos a las naciones (Mateo 28:19-20), ¿has cumplido esto?, ¿has llevado tu luz a tu trabajo, escuela, universidad? ¿A tu familia?, es un mandamiento que desarrollemos hijos espirituales. Usualmente los cristianos religiosos, los que no tienen una relación personal con Dios, (los que van a la iglesia a calentar sillas) creen que eso es solo labor del pastor, líder, etc. ¿tienes discípulos? “mmm no, yo aún no tengo un discipulado (estudio formal de biblia)”, “mejor dejo eso para los demás”, “no tengo tiempo”, eso son excusas para justificar su falta de fruto; un árbol sano nace, crece y da fruto. Para un árbol no es una opción dar el fruto, no lo piensa, simplemente lo da porque hay exceso de vida en él.
¿Das signos de vida espiritual?, cuando algo no da signos de vida solo hay una opción posible: está muerto.
El principal anuncio
Cuando Jesús enseñaba, ya fuera a las multitudes, a sus discípulos o a su grupo más cercano (los doce) hubo un gran anuncio de su parte, imagino que piensas que era la redención del hombre, y eso es parte, pero el anuncio abarcaba algo mayor, Jesús nos habló del Reino.
Un reino es un territorio bajo el dominio de un rey. Se rige bajo la autoridad del rey. Dice la palabra que estamos en los lugares celestiales (Efesios 1:3), nos dice que estamos en Su reino. Pablo dijo que somos ciudadanos del reino. Ahora te pregunto ¿Vives como ciudadano del reino? Cuando tienes la ciudadanía de un lugar vives bajo las leyes de ese lugar, sus derechos establecidos y deberes, ¿realmente vives como un ciudadano del cielo? ¿Los derechos de ser un ciudadano de los lugares celestiales se cumplen en ti? Las promesas de la biblia y la gloria que ahí se encierra están listas para los ciudadanos del cielo, los que las conocen y las reclaman, los que reclamen la herencia celestial
Un avivamiento es el establecimiento del reino de Dios en la tierra, la gloria de Dios toma un lugar, un pueblo, una ciudad, un país y lo convierte en SU CASA, no se mide por que la iglesia crezca en tamaño, o que las reuniones sea mejores, por la elocuencia de los predicadores o por la música hermosa, todas esas son medidas de hombre porque los hombres pueden hacer eso, sin la ayuda de Dios. La medida del avivamiento es por el rebalse de la gloria de Dios y algo se rebalsa cuando comienza a salir de donde está contenido y ¡se riega en otros lugares!
Debemos hacer casa para la gloria de Dios para que esta venga y luego se rebalse y cubra TODO, no podemos aceptar menos que eso y Dios no quiere menos que eso.
El anhelo ardiente
“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios” Romanos 8:19
Dice la palabra que la creación anhela de manera ardiente (que desespera, que duele) que los hijos de Dios se manifiesten. Pero ¿en qué manera?
Podríamos pensar que se refiere a que los cristianos sean personas de más influencia en el mundo, lo cuál sería bueno, tener cristianos en puestos de autoridad en los gobiernos y empresas sería algo genial, pero no es eso a lo que se refiere la palabra.
Los hijos y los padres tienen una característica que los identifica como tales en su relación, comparten el mismo ADN. Si eres un hijo de Dios TIENES EL ADN DE DIOS. La creación espera que los hijos de Dios se manifiesten como tales, con autoridad, CON PODER.
Pablo dijo que el reino de Dios no es cuestión de palabra, es cuestión de poder. Debemos comenzar a ser embajadores del reino en la tierra. Presentamos a Cristo de la manera errónea al mundo, salimos de nuestras iglesias a repartir volantes y a incomodar a las personas en las universidades y calles, inquietándolos y presionándolos hablando de un Cristo que es el hijo de Dios pero sin mostrar poder de eso ni ningún testimonio, ese no es el evangelismo de la biblia.
“Por tanto , se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio de la palabra de su gracia, concediendo que se hicieran por la manos de ellos señales y prodigios” Hechos 14:3
Esta escena del libro de Hechos me encanta. Están Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero y entran a una sinagoga en Iconio. Había allí judíos (religiosos) y griegos (intelectuales), ¡vaya público! Pablo no iba a poder impresionar con su formación farisaica a los judíos y tampoco deslumbrar con intelecto a los griegos, ¿Qué hacer, que queda?, algún predicador moderno hubiera optado por tocar sentimientos, un buen tema y la entonación adecuada sacan lágrimas a cualquiera, pero Pablo y Bernabé tenían algo mayor, tenían RESPANDO DEL CIELO. Los cristianos tenemos que dejar de depender de nuestra linda música, hermosas predicaciones, cómodos templos y comenzar a depender del Espíritu Santo. Dice el versículo que Dios daba testimonio de su palabra. ¿Cómo las personas van a ver al Dios de Gloria si lo que les mostramos no incluye gloria?
Pablo y Bernabé no discutieron, no tocaron sentimientos, fueron embajadores del Reino en la tierra, llevaron avivamiento.
El dador de vida
Antes que cualquier otra cosa hoy quiero que vuelvas tu ser a Dios, el único dador de vida, quien toma todo lo que está muerto y lo aviva de nuevo. No importa lo que haya pasado, está en el fondo del mar ahora, Dios te ha lavado, te ha rejuvenecido como las águilas (salmo 103). Entrega tu vida a Dios y el traerá vida en abundancia.
Ezequiel tuvo una visión simplemente espectacular que declara y demuestra la grandeza de nuestro Dios y el poder de su gloria. Su palabra tiene poder y hoy yo te pido que te apoderes de ella y que declares su verdad sobre tu vida y que digas que toda muerte se va de ti porque la mano de Jehová se ha posado sobre ti y toda muerte y sequedad dan espacio a la vida de Dios en ti. Vive el aviamiento espiritual que Dios te ha heredado:
La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.
Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.
Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.
Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.
Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.
Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.
Ezequiel 37:1-10
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Excelente información gracias por la bendición.