Devocional: 2 Crónicas 7:14 – Día #4

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Y buscaren Mi rostro

Plan devocional Día 4 de 8

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” 2 Crónicas 7:14

Debemos considerar algunas cosas relevantes sobre este punto en particular:

1) Es algo relacionado a la intimidad: Buscar el rostro de Dios esta indudablemente ligado a buscarle en la intimidad, en oración. Es algo que solo podemos hacer en cercanía con el Padre. Debemos intentar cada día estar más cerca de Él. Si usted se pregunta ¿cómo?, acá le dejo tres prácticas que nos ayudan a estar cerca de Dios: orar, adorar y leer la Palabra. Estos puntos anteriormente mencionados nos van a llevar a estar mas cerca del Padre y conocerle íntimamente.

Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová. Salmo 27:8

2) Debemos ser intencionales: Buscar el rostro de Dios no es algo que va a pasar espontáneamente; es algo que debemos cultivar y procurar en nuestra vida cotidiana. El afán del mundo va a intentar distraernos de buscar al Señor, pero debemos recordar que en Cristo Jesús tenemos acceso al Padre y ser intencionales en nuestra búsqueda de Él.

3) Debe ser de corazón: Jeremías 29:13 dice que encontraremos al Señor si lo buscamos de todo corazón. El buscar a Dios es algo que comienza en nuestro interior, revisemos cada día que
nuestra mente, alma, corazón estén en el lugar correcto: centrados en Él.

Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. Jeremías 29:13

Le pido que ore conmigo:

“Padre, te pido que transformes mi corazón; que quites cualquier cosa que haya en mí que estorbe tu fluir, cualquier cosa que me distraiga de Ti en este momento. Oro que pongas en mí el querer como el hacer por tu buena voluntad, ayúdame a buscarte cada día, a comprender tu Palabra para actuar según lo que es tu voluntad para mi vida. Guíame para estar mas cerca de Ti, buscando tu rostro y viviendo en obediencia a tu voluntad, en el nombre de Jesús, ¡Amén!”

Alonso Marín


Comentarios

  1. Para poder encontrar nuestro Rostro, podemos observarnos a nosotros, y después negarnos. En toces veremos que nuestro Rostro es idéntico al de nuestros hermanos. De ahí la negación, ya que no es realmente el nuestro como creemos, si no que es el de nuestro Padre. Un abrazo.

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