Devocional: Mostrando Fe en mi Trabajo – Día #3

Escrito por:

Trabajando con excelencia

Plan devocional Día 3 de 7

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; Sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.” Colosenses 3:23-24

La mayoría de nosotros estamos expuestos a ambientes laborales muy exigentes y competitivos. Tenemos evaluaciones de desempeño, retroalimentación constante de nuestros jefes o compañeros, ganas de obtener algún ascenso, deseos de aportar valor a los negocios en donde trabajamos. Cuando nos enfrentamos con esa realidad diaria, es muy obvio pensar que debemos «trabajar con excelencia». Sin embargo, hay un motivador aún más grande y más significativo que se llama Jesús.

Tenemos un Dios de excelencia. El Salmo 150:2 dice:

«Alabadle por sus hechos poderosos; alabadle según la EXCELENCIA de su grandeza». Salmos 150:2

Nosotros que tenemos a Jesús en el corazón, debemos mostrarle al mundo también esa excelencia como dice Mateo 5:16. Pablo nos da una profunda enseñanza en Colosenses, cuando nos dice que hagamos las cosas como para el Señor y no para los hombres. Es decir, ese reporte, esa presentación, esa venta, esa obra, cuyo receptor físico va a ser un cliente o un jefe, debe ser hecho pensando en el Señor, lo que nos llevará a hacerlo con el corazón, más que con simple talento, intelecto o entrenamiento.

En mi caso, yo muchas veces he batallado con mi búsqueda de perfección más que de la excelencia, esa a la que Pablo nos exhorta. La perfección nos lleva a alimentar nuestro ego, mientras que la excelencia nos lleva a glorificar a Jesús. Ser excelentes en nuestro trabajo no significa hacer todo a la perfección, significa hacer todo con el corazón correcto. Ser excelentes en nuestro trabajo significa ser competentes, productivos, comprometidos, diligentes, y por el contrario no significa ser ociosos, vagabundos, mediocres, conformistas. Ser excelentes en nuestro trabajo significa dar lo mejor de nosotros mismos con amor y servicio, con aquello que tengamos en nuestras manos. Puede que en este momento no tengamos el trabajo de nuestros sueños, las mejores herramientas laborales o el mejor salario, pero esto se trata de honrar al Señor en el lugar donde estamos, con lo que tenemos y para quienes tenemos a nuestro alrededor.

Oremos:

“Señor Jesús, te doy gracias por recordarme que es a Ti a quien sirvo, y que lo hago no sólo en la iglesia, sino en mi trabajo también. Ayúdame a ser excelente esta semana en mi vida laboral. Ayúdame a pensar en Ti en cada cosa que haga, para que seas mi motivación genuina y real para dar lo mejor de mí, sabiendo que la recompensa viene de Ti. Amén.”

Nancy C.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

/**/ //GOOGLE ANALYTICS - Derek - 2024
Abrir chat
¿Necesitás contactarte con nosotros?
Hola 👋
¿Cómo podemos ayudarte?