Devocional: Nombres de Dios – Día #2
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Elohim – Dios Creador
Plan Devocional Día 2 de 5
¿Acaso no puedo hacer con ustedes lo mismo que hace este alfarero con el barro? —afirma el Señor—. Ustedes, pueblo de Israel, son en mis manos como el barro en las manos del alfarero.
Jeremías 18:6 NVI
Elohim significa Dios Creador Todopoderoso y hace referencia a la fuerza, la capacidad, y el poder creador del Señor. Es el primer nombre de Dios que aparece en la Biblia (Génesis 1), cuando el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo estaban en perfecta armonía creando con tan sólo su voz, todo lo que existe, desde partículas imperceptibles por nuestros ojos hasta estrellas que nunca alcanzaremos a ver. Creaba a Adán y a Eva; el Creador supremo soplando aliento de vida y poniendo su imagen en la humanidad.
Nunca había meditado tanto en Dios como Creador, hasta este último año de mi vida cuando mi esposo y yo recibimos la fascinante noticia de que estábamos embarazados. Agradecida y con ilusión; empecé a experimentar lo que las madres experimentan al darse cuenta que otro ser humano está creciendo dentro de uno, es inexplicable. Pero más allá de lo que sentía, Dios empezó a mostrarse en mi vida con uno de sus atributos que veía poco aplicable en mi día a día: Dios como Creador. Es increíble lo que sentía cada vez que íbamos a ver a nuestra bebé en un ultrasonido. Lo que yo hacía era mínimo: tener un control médico, tomar vitaminas, y no beber gaseosas. Me daba cuenta de que nada de eso alcanzaba para formar ni siquiera una uñita de mi bebé; y por el contrario lo que Dios hacía era increíble: visitando a mi bebé todos los días para formar algo diferente y nuevo, no la creó de un sólo tirón, sino que la hizo pacientemente. No la hacía igual a nadie más, sino que fue creativo y detallista. Lo hacía por su poder. Formaba una pestaña de mi bebé, al mismo tiempo que ponía una nueva y gigante estrella en el universo.
Me conmovía al pensar en esto, pues más que su poder, podía sentir la ternura del Dios Creador. Aún siento lo mismo cuando pienso en el Dios que a usted y a mí nos ha tenido en sus manos desde antes de nacer (Salmo 139:16) y nos sigue teniendo como una obra en proceso (Jeremías 18:6). El Dios Creador sigue creando. No se da por satisfecho aún, no se conforma, tiene pensamientos altos y propósitos de bien para nosotros. Nos quiere hechos a la imagen de Cristo (Romanos 8:29), y para eso no va a escatimar ni tomará atajos. Su deseo es que nos parezcamos a Jesús. Él es el alfarero, nosotros somos barro en sus manos. El alfarero sigue trabajando, ajustando y cambiando nuestra vida, con la misma ternura, poder y paciencia. No debemos subestimar las áreas de nuestra vida que debemos rendir al Señor, es momento de corresponderle.
Oremos:
Señor, gracias por mostrar tanto poder y amor en tu creación, y en mi vida. Porque has tenido tanto cuidado y paciencia en formar en mí lo que deseas. Permíteme hoy parecerme un poco más a Jesús, y moldea mi vida como un alfarero. Quiero ser barro en tus manos, quitá de mi lo que no te guste y hazme más como Jesús.
Nancy Carvajal
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