Mayordomía de las promesas de Dios

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Durante este mes hemos estado hablando acerca de la mayordomía, entendimos que significa administrar los bienes de un superior y velar por estos con responsabilidad.  También vimos que todo lo que hay en el universo pertenece a Dios, viene de de él y es para él, Dios rige todo el universo en El, por sus leyes, su naturaleza divina y condición de todopoderoso.

“Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti, porque mío es el mundo y su plenitud” Salmo 50:10-12

Nuestra naturaleza humana nos impide entender todo lo que es Dios, bueno en realidad no estamos capacitados para comprender en su totalidad a Dios ni entender todo lo que hace, como dice Eclesiastés 3:11 “Cuando Dios creó este mundo, todo lo hizo hermoso. Además, nos dio la capacidad de entender que hay un pasado, un presente y un futuro. Sin embargo no podemos comprender todo lo que Dios ha hecho.

El es simplemente todopoderoso digno de adoración  y rige todo lo que hay, por ejemplo Dios no prohíbe matar porque sea malo, es malo matar porque Dios lo ha prohibido, El da los estatutos.

Dios nos ha mandado a administrar todo lo que nos da (mayordomía), si el Señor te ha dado un ministerio, una célula, tienes  personas a cargo, o cualquier servicio que hagas para El, El te va a pedir cuentas de esto, como en la parábola de los talentos, ¿estamos multiplicando los talentos para nuestro Señor?

Entendiendo esto de administrar y dar lo mejor con las cosas que Dios ha puesto a nuestro cuidado podemos avanzar un poco más en el tema de la mayordomía, con un punto que no es muy tocado frecuentemente, pero que igual necesita una correcta enseñanza y cuidado para que se den totalmente sus frutos: Las promesas de Dios.

Para comenzar a hablar acerca de las promesas  de Dios primero debemos definir que es una promesa, el diccionario define la palabra promesa como: “expresión de la voluntad cuando alguien se impone a cumplir algo”. Viendo esta definición podemos notar que aparece la palabra “voluntad”, o sea que es algo no forzoso, algo voluntario, Dios nos da sus promesas en su infinito amor.

Una de las promesas más impresionantes de la biblia es la que Dios hizo a Abram :

El Señor dijo a Abram: «Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición.  Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra. Marchó, pues, Abram, como se lo había dicho el Señor, y con él marchó Lot. Tenía Abram 75 años cuando salió de Harán.” Génesis 12:1.

Tal vez has leído y oído este versículo cientos de veces, pero sigue siendo igual de poderoso, es el ejemplo de un “hombre de fe”. Inmediatamente después de que Dios da su promesa a Abram  este sale de su tierra, no lo piensa ni un segundo, no hay ni una gota de duda en su corazón, él sale en busca de esa promesa de Dios.

Te sientes identificado con Abram? Dios ha venido a sorprenderte con una promesa?,  tal vez algo que te suene irracional, imposible, increíble, cuando Dios te dijo que haría ese milagro en tu vida, Abram tenía 75 años de edad y Dios le prometió descendencia, es más le prometió una nación,  esa si es una promesa de alto calibre, cuantas personas de 75 años pueden tener hijos?, son cosas que solo Dios puede conceder.

Las promesas de Dios siempre van de la mano con su propósito y su palabra, en amor, una promesa bíblica que a mi me llena mucho y es mi versículo favorito de la biblia es esta: “Para todos los que lo aman Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver ni escuchar ni imaginar” 1 Corintios  2:9. Esta es una hermosa promesa de Dios, procuremos amarle siempre y El nos dará esas cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar.

Parte de administrar una promesa de Dios es SER PACIENTE, uno de los principios de la administración eficiente es la paciencia, en cualquier negocio se necesita de paciencia para ver los frutos del mismo, un negocio tarda alrededor de dos años para dar las primeras ganancias, ahora: tienes tu paciencia para esperar una promesa de Dios?

Dice Génesis 16:1 que había pasado diez años de que Abram y sus esposa vivían en Canaán y aun no podía tener hijos, allí ellos comenzaron a dudar de la promesa de Dios y Abram hizo caso a la propuesta de su esposa, que tuviera un hijo con su esclava Agar. Nunca trates de forzar una promesa de Dios!, El hará todo a su tiempo, las cosas no suceden cuando a nosotros queremos, suceden cuando Dios quiere que sucedan, en su tiempo, nosotros debemos procurar de estar en su voluntad “buena, agradable y perfecta” y así estaremos listos para lo que El nos dará.

He visto a tantas persona salir heridas por querer forzar el tiempo de Dios, tal vez El señor les ha dado una hermosa promesa pero no tuvieron la paciencia para esperarla, y comienza a nacer envidia en sus corazones, nunca faltan los comentarios como ¿Cuándo predicaré yo?, ¿Por qué él si hace eso y yo no?, en el caso de esas personas nunca se ha dudado de que Dios haya prometido algo hermoso para sus vidas, solo que no era el tiempo del cumplimiento de esa promesa, lamentablemente muchas de esas personas han abandonado los caminos de Dios.

Parte de administrar una promesa de Dios ES PREPARARSE. Las cosas que Dios quiere hacer demandan una preparación de nosotros, espiritualmente por supuesto, pero también intelectualmente. ¿Por qué de todos los apóstoles Pablo fue el que llegó a hacer cosas más grandes? La respuesta es muy simple, Pablo era una persona estudiada, preparado, un Doctor de la ley, eso abrió puertas para que El pudiera llevar la palabra de Dios, tenía la ciudadanía romana, no estoy diciendo que debemos volcar toda nuestra confianza hacia nuestra preparación académica, pero El mundo necesita cristianos preparados, cristianos que estén en puestos de poder, en la política, en las empresas, así se podrán administrar bien las iglesias de una manera eficiente y éticamente correcta, los hijos de Dios debemos estar preparados en todos los campos posibles.

Éxodo en los capítulos 2 y 3 nos habla de la preparación por la que pasó Moisés, el libertador del pueblo judío.  Moisés estuvo 40 años preparándose para lo que Dios iba a hacer con él, puliendo su carácter, sacando hasta la última gota de Egipto de su ser, El Señor limpió todo en Moisés,  no iba a ser sencillo, debía luchar contra uno de los imperios mas grandes sobre la tierra para liberar a un pueblo que tenía 400 años de ser esclavo. Así como Moisés se preparó,  nosotros debemos prepararnos para poder administrar la promesa de Dios.

Te pregunto qué estás haciendo para prepararte? Te congregas?, lees la biblia?, oras?, buscas aprender más de Dios?, eres un discípulo de Cristo?, buscas su presencia?

Como dice Efesios 5:15,16 “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo,porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.”

Estamos aprovechamos bien el tiempo?

NO PIERDAS TU PROMESA:

Si no administramos bien una promesa de Dios,  si no cuidamos de ella podemos llegar a perderla, Si Dios nos da una tarea pero nosotros no cumplimos con ella Dios la dará a alguien más, el propósito de Dios continúa aunque nosotros no hagamos nuestra tarea, El llamará a alguien más, alguien que si ame y atesore esa promesa. Recuerda que la biblia dice que el diablo viene a “robar,  matar y destruir” debemos tener cuidado de que no robe nuestras promesas.

Esaú perdió la promesa de la primogenitura, Génesis 25:19, 33 nos cuenta la historia de Jacob y Esaú y de cómo este último cambió la promesa de Dios (la que Dios había hecho a Abram de una nación tan numerosa como la arena del mar y las estrellas del cielo), aunque Jacob y Esaú eran gemelos Esaú nació primero, él era el primogénito, el que heredaría la promesa, cuando leas los versículos señalados arriba entenderás que Esaú cometió un error garrafal: PENSÓ SOLO EN EL AHORA. Esaú solo pensó en satisfacer su necesidad inmediata, su “ahora”, el se centró en el hambre que tenía en ese momento y eso fue más importante que la promesa de Dios para él. Me imagino que habrás pensado “ese Esaú era más que tonto”, tal vez sea así, pero: ¿No hemos nosotros hecho lo mismo algunas veces?, ¿no hemos cambiado cosas que Dios nos ha dado por un plato de lentejas?.

NO VIVAS SOLO DEL PRESENTE!

Una promesa es algo que ha de venir, algo futuro, si vivimos solo pensando en el presente lo más seguro dejaremos de lado la promesa que Dios nos ha dado, si comes cuanto te da la gana y para empeorarlo comida no muy sana no creo que tu corazón este muy sano a los 40 años, si solo piensas en satisfacer tu necesidad de sueño y no te levantas temprano no creo que puedas acarrear llegar a clases o a un trabajo puntualmente, las personas que solo piensan en el “ahora” precisamente nunca pasan de ahí del “ahora”, Esaú solo pensó en satisfacer su hambre momentánea y perdió la promesa de Dios, QUE ESO NO TE SUCEDA A TI!!!!!!!!

Las promesa de Dios son hermosas y maravillosas, pero necesitan de de cuidado y valoración, en mi vida escucho constantemente persona que dicen “Dios me prometió esto y aquello”, pero no veo un accionar hacia esa promesa, sin fe, sin preparación y sin cuidado esa promesa no llegará muy lejos, entrégate hoy a Dios y entrégale las promesas que te ha dado, El las formará y hará que den un fruto abundante en EL.

«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar. Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado».

Salmo 119:50


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