Predestinados para ser libres
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La razón de escribir este mensaje eres tú, seas quien seas, miembro de una iglesia o no. Quiero que tengas este conocimiento. Sé que te ayudará en tu caminar de la mano de Dios, no de una religión, no de una denominación, no de un pastor o un líder cual quiera que sea, te ayudará a seguir (o comenzar) tú caminar de la mano de Dios mismo, sin intermediarios, ese es el diseño de Dios: una vida de relación directa con él. Hoy Dios te está invitando a comenzar una nueva vida, una dejando que Él lleve el timón, una vida llena de su provisión perfecta, y lo más importante: llena de EL mismo. ¿Aceptas?
Dios te ha buscado. Desde antes de la fundación de los tiempos Él te creó, te dio forma, te hizo perfecto a su imagen “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.” (Salmo 139:13); simplemente no hay errores. Pero aparte de eso Él te predestinó.
“Según nos escogió en ÉL antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” Efesios 1:4,5
Dios te creó, pero además de eso dice la palabra que te eligió, puedes preguntarte ¿para qué? Dice que te predestinó, es decir que ÉL te marcó un final. Un camino para ti en Su plan perfecto. Te explicaré con un ejemplo que es predestinar, y lo haré con el mismo ejemplo que usaron conmigo: todas las carreras en la universidad tienen un plan de estudio. Es un documento hecho por la universidad que detalla cuánto tiempo durará la carrera, que materias se deben llevar y que momento se deben llevar, básicamente es un mapa, te marca un camino, y si lo sigues terminarás tu carrera en el tiempo estipulado, eso es predestinar. En el momento en el que entras a la universidad estás predestinado a graduarte en cierto tiempo, la universidad te da la guía para hacerlo, pero lograrlo depende de ti, de tus decisiones. Según las decisiones que tomes llegarás a la meta a tiempo, un poco tarde, o no llegarás del todo. Es igual en el reino de Dios, ÉL te predestinó, pero depende de lo que decidas si cumples tu destino, o no.
Dice el libro de Efesios que Él te predestinó para que fueras su hijo. Dios quiere que seas parte de su familia, Él quiere tener una relación personal, única y permanente contigo, la relación más importante, especial y vital que tendrás en tu vida, una conexión real con tu padre, quien conoce todo de ti, tus pensamientos, tus sentimientos, tus deseos, tus tristezas, tus alegrías, lo que te hace feliz; pero aparte de todo eso conoce tu propósito, la razón de tu existencia, y eso solo Dios puede decírtelo, solo mediante una relación con Dios lograrás entenderlo y cumplirlo.
Te debes preguntar ¿Puedo tener una relación con Dios en verdad? SI, si puedes tenerla, y debes tenerla, ahora te preguntas ¿Cómo?, la biblia tiene la respuesta en Hebreos 10:
“Porque con una solo ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” (Heb 10:14) Con su sacrificio en la cruz Jesús te lavó y te hizo perfecto, sí leíste bien, perfecto, no por tus obras (Efesios 2:9), sino porque por amor Dios se dio a sí mismo (Juan 3:16) para pagar el precio justo por tu vida, por tu salvación. Eres perfecto para siempre, siempre que acudas y te ampares en Cristo, la torre fuerte de tu salvación.
“Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. Pues donde hay remisión de estos no hay ofrenda por el pecado” (Heb 10:17, 18) Dios ha dispuesto desechar tu pasado, arrojarlo al fondo del mar, y tus pecados los ha olvidado ¿has hecho tu lo mismo?, o ¿aún pasas recordando siempre tu error?, la culpa no te deja caminar, es como un grillete, un peso, no importa lo que haya pasado, no importa lo que hayas hecho, no importa lo que esté en tu pasado dice la palabra “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”(2 Corintios 5:17), TODO ES HECHO NUEVO, Dios no recicla, Dios hace las cosas nuevas, lo viejo pasó, si estás en Cristo todo lo viejo es olvidado, tu cuenta está en cero, con una sola ofrenda te hizo perfecto para siempre, lavado, hecho nuevo. No hay mas ofrenda por tu pecado, está seco, desecho y anulado “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Col 2:13, 14), el pecado no tiene más poder en tu vida, nunca más podrá atarse a ti, Cristo tenía la llave, el tomo tus grilletes, los abrió y los arrojó lejos.
“Así que, hermanos, teniendo la libertad para entrar en el lugar santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que ÉL nos abrió a través del velo, esto es, de su carne” (Heb 10:19, 20) El lugar santísimo era el lugar en donde moraba la presencia de Dios, donde se posaba su gloria en los tiempos del tabernáculo (Heb 9:2, 6). Nadie tenía acceso a ese lugar, solo una persona podía entrar una vez al año, ese era el sumo sacerdote de Israel. Nuestro pecado nos impedía la entrada a la presencia de Dios, necesitábamos de sacerdotes que intercedieran por nosotros, no podíamos acceder al rey. Pero Cristo nos ha dado libertad por su sacrificio perfecto, nos sacó de la cárcel de la muerte, nos redimió. La redención es un concepto romano, y se refiere a cuando alguien pagaba el precio por un esclavo y lo dejaba libre, nosotros éramos esclavos, y como todo esclavo tiene un amo, nosotros teníamos una y ese era el pecado. Jesús nos compró en el mercado del mundo, tal vez tu amo era la masturbación, tal vez el adulterio, el robo, la mentira, el aborto, o el fracaso. Había personas que eran esclavas por familia, generaciones de esclavos, pagaban las culpas de sus antepasados, quizás te tenía esclavizado el pecado de tus antepasados, pero no importa “donde hay remisión de estos NO HAY MAS OFRENDA POR EL PECADO”, Dios pagó el precio justo por ti y te redimió, rompió tus grilletes y tus cadenas, te sacó de la jaula de la amargura y ya no estás a servicio del pecado, nunca más. Ahora por esa limpieza tenemos acceso al lugar santísimo, podemos ir a la presencia de Dios, a la plenitud de su gloria, no es necesario el sacrificio presentado por el sacerdote humano, Tienes libertad de ir al trono de tu padre y adorarle, buscarle, Tú mismo.
Tienes la libertad de acceder al trono del rey, toda atadura, toda esclavitud ya no existe, eres libre, Dios te hizo libre.
Fuiste predestinado para alabanza de su gloria (Efesios 1:12). Dios te eligió, te busco para hacerte libre y para formes parte de su familia.
Dios eliminó la religión. La religión es el intento humano de acercarse a Dios, como humanos nunca podríamos llegar a Dios. En cambio Él vino a nosotros, el Dios intangible se hizo tangible, nos amó y nos buscó “conforme a su propósito eterno en Cristo Jesús” (Efesios 3:11).
Dios te creó para que vivas en una relación única, constante y viva con El. Pero eso debes elegirlo, estás predestinado, y al igual que el ejemplo de la universidad tú decides si cumples el plan establecido. La gracia de Dios se ha posado sobre ti y sobre mí, ¿serás fiel a tu padre?, ÉL te espera, quiere que vuelvas a casa.
Quizás creas que estás en casa, pero créeme si no estás con Dios no estás en casa. Abraham creyó estar en casa, tenía comodidades, creía tener todo, pero en realidad no tenía nada. Pero Dios le buscó, justo como a ti y a mí nos buscó, y le llamó, como a ti y a mí nos llamó. Abraham era libre de no elegir a Dios y seguir su vida, pero prefirió lo eterno a lo finito, prefirió lo glorioso a lo mundano, dice la palabra “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que habría de recibir como herencia y salió sin saber donde iba” (Heb 11:8)
Tal vez no sepas donde Dios te quiere llevar, respecto a eso te digo NO IMPORTA, será lo más maravilloso, Dios está extendiendo su mano hacia a ti, te lanza una invitación, tómala y síguelo.
Tienes libertad, ¿Qué harás con ella?
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