Devocional: 2 Crónicas 7:14 – Día #5
Y se convirtieren de sus malos caminos
Plan devocional Día 5 de 8
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” 2 Crónicas 7:14
Hay una gran diferencia entre el sentimiento de culpa y el genuino arrepentimiento. El primero involucra únicamente las emociones. La culpa muchas veces se puede parecer al arrepentimiento, pero el arrepentimiento involucra el acto consciente e intencional de cambiar las acciones que nos llevaron al pecado.
Este versículo nos recuerda una preciosa promesa del Señor, sin embargo viene con ciertos condicionales, y es claro al hablar de convertirse de nuestros malos caminos. Pero, ¿cómo podemos saber si nuestro arrepentimiento fue genuino o no? La única manera de saberlo es viendo el fruto del Espíritu Santo en nuestra vida. El arrepentimiento no significa que nunca más vamos a pecar, sino que cada vez que pecamos nos dolemos profundamente por nuestro pecado, y ese dolor nos hace correr de nuevo a Cristo para pedir su perdón y con Su ayuda trabajamos para no volver a caer en lo mismo. Y el Señor que es tan bueno nos enseña en su Palabra que si nos arrepentimos:
“Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9
Si usted, así como yo, ora para que el Señor nos perdone y sane nuestra tierra, lo invito a sincerarse con Él. Él lo sabe todo: nuestras faltas, nuestros secretos más profundos – aún esos que no podemos decir en voz alta a nadie más. Y el Padre, aún sabiendo todo eso, nos amó TANTO que envió a su Hijo a morir por nosotros, para limpiarnos de estos pecados y que podamos tener libre acceso a Él. Dios te quiere perdonar, te quiere sanar, te quiere hacer libre y lo demostró en la cruz. Ahora la pregunta es ¿qué vamos a hacer nosotros en respuesta a eso? ¿Nos sentiremos mal por un momento y volveremos a nuestra rutina? ¿O vamos a arrepentirnos y conscientemente, con la ayuda del Espíritu Santo, cambiaremos?
¿Le parece si me acompaña en oración?:
“Padre, en el nombre de Jesús, hoy nos acercamos a Ti con toda humildad. Reconocemos que Tú eres Dios y que fuera de Ti nada podemos hacer. Hoy queremos confesar nuestros pecados delante de Ti, nos arrepentimos de todo corazón y pedimos tu perdón y misericordia. Límpianos Señor. Volvemos nuestra mirada a Ti. Gracias porque no eres un Padre que nos hecha en cara nuestro pecado, sino que nos recibe con brazos abiertos. Te amamos Señor, no hay nadie como Tú. ¡En el nombre de Jesús, amén!”
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Andrea Cortés
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