Devocional: ¿Inmune a situaciones del mundo? – Día #2
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Cuando pensé que lo que escuchaba no era importante
Plan Devocional Día 2 de 5
“Que todo lo que soy alabe al Señor; con todo el corazón alabaré su santo nombre”.
Salmos 103:1
Quizás muchas personas hemos tenido una lucha respecto a la música que escuchamos en algún momento de la vida. En mi caso, aunque me parecía algo “normal” o que no me afectaba en nada, muchas veces al escuchar o cantar canciones que no tenían nada relacionado con mi fe (llámese reggaetón, dancehall, trap, pop entre otros géneros), ignoraba completamente la letra. En ese momento no me parecía extraño, pero al tiempo llegué a entender – por la gracia de Dios – que, aunque viva en este mundo, ya no soy igual; y fue entonces que mi perspectiva de lo que escuchaba, cambió.
Efesios 4:29 menciona que debemos hablar cosas buenas y rectas: “No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan”. Entonces; ahora me pregunto ¿Lo que canto o bailo me edifica? ¿Estoy agradando al Señor? ¿Qué le estoy ministrando a mi espíritu y a los que están a mi alrededor?
Sé que muchos pueden pensar que es loco o exagerado, pero recordemos que Jesús nos compró y apartó con precio de sangre; por lo tanto, debemos ser imitadores de Él (Efesios 5:1), sin copiar al mundo (Romanos 12:2). Fuimos creados para darle honra y gloria al Señor, no podemos repetir letras de canciones que hablen sobre fornicar, adulterar, drogas, infidelidades, etc., porque con esa misma boca y voz estamos adorando al Señor.
Oremos:
Jesús, oro para que pongas en nuestras bocas y corazones canciones santas para Ti. Que todo lo que brote de nuestro interior sea de agrado ante tus ojos. Como dice el libro de Salmos, que todo nuestro ser te alabe. Ayúdanos a estar alerta de lo que escuchamos o cantamos. Incomódanos y guíanos siempre para poder llegar a ser las personas que Tú quieres que seamos. Amén.
María Paula Saranie
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