Devocional: Promesas de Dios – Día #5
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Promesa de dirección
Plan Devocional Día 5 de 6
¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger. Gozará él de bienestar, y su descendencia heredará la tierra. La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto. Mis ojos están siempre hacia Jehová, porque él sacará mis pies de la red. Salmos 25:12-15
En la vida se nos enseña a constantemente estar tomando decisiones, desde que nos despertamos hasta el anochecer, algunas de ellas pueden ser más difíciles de tomar, otras no tanto, pero inevitablemente siempre tendrán consecuencias. Por ejemplo, ¿qué pasaría si un día nos levantamos y decidimos ponernos un par de zapatos de colores diferentes para salir a trabajar o ir a visitar amigos, inclusive a una cita? Probablemente muchas de las personas nos verían extraño, incluso en algún punto nos llegaríamos a sentir mal o incómodos, pero si entendemos que todas las decisiones que tomamos tienen consecuencias, la pregunta sería ¿cómo debemos actuar antes de tomarlas? ¿Cómo podemos hacer para saber qué camino escoger? Claro, el ejemplo de los zapatos puede sonar sencillo, pero ¿qué sucede en otras ocasiones que quizá las consecuencias puedan ser dolorosas o perjudiciales?.
Debo admitir que en muchas ocasiones he sido ligera para decidir, hacer planes sin consultar a Dios… Se podría decir que tengo una maestría en tomar malas decisiones, lo cual implica que he visto en mi vida muchos proyectos o planes perderse, me he desgastado corriendo tras el viento, sin saber hacia dónde iba y frustrada por los malos resultados, sin deseos de comenzar algo nuevo y sin motivación. ¿Para qué… si igual no va a funcionar?… ¿Alguna vez les ha sucedido algo similar? Quiero decirles que es agotador.
A través de este pasaje el Señor me recuerda que a la medida en que temamos a Jehová, y anhelemos su comunión íntima, conforme dirijamos la mirada a Jesús, Él permanecerá fiel a Su promesa y sacará nuestros pies de la red. Y sí, es probable que en el camino caigamos en ella, la promesa no dice que no vaya a suceder, sin embargo, Él promete que siempre nos va a rescatar y no sólo eso (recordemos que Él nunca se conforma con lo mínimo, Él siempre lo da TODO) sino, que en cada una de estas ocasiones nos levantará, nos mostrará el camino a elegir, nos proveerá de Sus fuerzas y no nos desamparará jamás, alumbrará a través de Su Palabra nuestros pies para poder así caminar confiados, como hijos que van tomados de la mano al lado de su Padre. Hoy te invito a que por un momento analices hacia dónde te estás dirigiendo, cómo estás tomando las decisiones en tu vida. ¿Estás poniendo tu mirada en el Señor, confiando sólo en Él o seguís jugando en medio de las redes, sin cuidado del peligro que te pueda estar acechando?.
Oremos:
Padre te damos gracias por tu fidelidad y protección en todo momento, gracias por no desistir de nosotros, aún cuando nosotros nos empezamos a desviar, tú siempre nos recoges con todo y nos regresas al camino correcto. Te pedimos que nos enseñes a depender completamente de ti y de tu Palabra y no de nuestra propia prudencia para tomar decisiones y a creer que todas tus promesas son siempre Sí y Amén según tu perfecta voluntad. En el nombre de Jesús, Amén.
Vanessa Zeledón
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