Los peligros de este siglo: A lo malo se le llama bueno
En el mundo operan guerras espirituales de las que muchas veces no nos percatamos. Esto por cuanto, el propósito de Satanás es operar en lo oculto, para maximizar sus posibilidades de éxito. En este sentido, debemos orar para que el Señor nos quite vendas para ver cosas del mundo espiritual.
Este tema puede resultar algo fuerte y tocar áreas sensibles de nuestra vida; pero es de gran relevancia, pues nos apercibe de potenciales peligros a los que estamos expuestos en nuestra sociedad.
El enemigo busca robar, matar y destruir. En esta guerra espiritual, nuestras posibilidades de éxito aumentan en la medida en que comprendamos las estrategias del enemigo; para así actuar de conformidad.
Hablaremos de brujería, adivinación y hechicería. A continuación, ofrecemos algunos pasajes bíblicos relacionados:
Gálatas 5, 19-20:
“Y manifiestas son las obras de la carne que son adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones y herejías, envidias, homiciDios, borracheras, orgías y cosas semejantes a estas”.
Isaías 8, 19:
“Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos”?
2 Crónicas 33, 6:
“[El rey Manasés] Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores; y se excedió en hacer lo malo a los ojos de Jehová, hasta encender su ira”.
Hechos 8, 9:
“Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande”.
Levítico 19, 26:
“No comeréis cosa alguna con su sangre. No seréis agoreros, ni adivinos”.
Iniciando con el primer tópico, es importante destacar que la brujería opera con control, Dios en cambio nos dejó libre albedrío. El enemigo quiere controlar áreas de nuestra vida, de nuestra familia y de nuestra iglesia, y manipularnos. Porque sabe que teniendo control tiene acceso.
Hay varios ejemplos bíblicos de cómo el Señor ve la brujería. En uno de ellos es la historia del Rey Saúl; primer rey que el pueblo escogió y Dios permitió para Israel; primer rey después de la época de los jueces. Saúl, poco a poco se aparte del Señor, y Dios lo permite porque Él, ya se había provisto de un rey conforme a su corazón que era David. Crónicas dice una verdad muy dura acerca, acerca de cómo el Señor trata con Saúl: De manera que Saúl murió porque fue infiel a Dios. No obedeció el mandato del Señor e incluso consultó a una médium -una adivina- (1 Crónicas 10, 13-14).
La brujería es parte de las obras de la carne. Y en tanto tengamos un cuerpo físico, estamos expuestas a ser ministrados por la brujería y hechicería, consciente o inconscientemente, directa o indirectamente.
La brujería siempre opera bajo una lógica de manipulación, que consiste en intimidación, adivinación y oscuridad. La brujería siempre va a tratar de tomar poder sobre personas y sobre lugares.
El libro de los Hechos de los apóstoles en el capítulo dieciséis, narra acerca de cómo Pablo entra en Éfeso, y lo primero que hace es pedir todos los libros de brujería. La gente entrega los libros y estos son quemados. Sacar la brujería, fue su primera tarea, porque la brujería va a apartar a la gente de Dios.
El tema sugiere una profunda reflexión. Quizás nosotros digamos: «yo no practico eso», pero hay muchas maneras por las que nos podemos ver expuestos. Por ejemplo, asistir a lugares en donde se practique brujería o abrir puertas por donde se pueden filtrar amenazas. No sólo se trata de ir a consultar con un brujo o adivino, o que nos lean la mano. Basta con ver una película en la que la magia o brujería forma parte de su contenido, con esta acción estamos excluyendo a Dios y abriendo puertas al enemigo.
Hay varios ejemplos de películas de contenidos peligrosos. Por ejemplo, Spiderman contienen temas como el multiverso, que excluyen a Dios de la creación del universo. Desensibilizan a la población, e introduce ideas que nos apartan de Dios, teniendo potenciales riesgos futuros para nuestros niños.
El segundo tema es la adivinación. El libro de los Hechos de los apóstoles ofrece al respecto una importante narración:
«Aconteció que mientras íbamos a la oración. Nos salió al encuentro una muchacha que tenía un espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces diciendo: Estos son siervos del Dios Altísimo, quiénes os anuncian el camino de salvación” (Hch. 16, 16).
Esta mujer, poseída por el espíritu de adivinación, llamado también espíritu de Pitón, fue liberada gracias a la reprensión que Pablo hizo a este, el cual, según la escritura, lo tenía cansado, ya que la mujer llevaba muchos días siguiéndolos, con el mismo pregón. No menos importante es señalar, que esta acción de Pablo, fue el acto inmediato que les costó a él y a Silas el encarcelamiento.
Finalmente, la adivinación es un don. Pero, cierto es también que, mediante ello, el enemigo, con una mano nos vende una verdad, o nos da algo, al tiempo que, con la otra, nos arranca lo que Dios tiene para darnos. Así es como el enemigo trabaja: mediante engaño y control.
Como congregación, creemos en el mensaje profético apegado a la Palabra de Dios; por lo que es importante aprender a diferenciar entre lo que viene de Dios y lo que no. Pues en el primer caso, la persona o líder conducirá a Cristo y a su verdad constatable; en el segundo, la persona atraerá a otros hacia sí misma.
Pitón pretende asfixiarnos y apartarnos de la Palabra de Dios.
La tercera manifestación demoníaca es la hechicería. Está relacionada con objetos, libros, música y drogas. Proviene de la Palabra pharmakia que significa farmacia, y en este caso, su significado incluye un vínculo directo con la adicción. Esto da pie para analizar la hechicería, en relación con el consumo de drogas (entre otras). En el libro de Apocalipsis, el tema no pierde importancia: “Esa gente no se arrepintió de sus asesinatos ni de su brujería [la Palabra exacta usada originalmente es pharmakia], ni de su inmoralidad sexual, ni de sus robos”. (Ap. 9, 21).
El uso de las drogas hoy día es muy peligroso, ya que constituye una puerta abierta al enemigo. La legalización de las drogas, se traduce en legalizar una puerta abierta a la oscuridad, al control mental, al mover de las tinieblas. Por ejemplo, las religiones celtas, hinduistas, y budistas practican la brujería en conjunto con la marihuana para tener experiencias sensoriales con demonios. El uso del CDC, aunque sea con fines medicinales, no deja de constituir un riesgo conforme a la expuesto.
El regaño de Pablo a los gálatas, constituye una muestra más de la importancia de este tema: «¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién los engañó? ¿Quién los fascinó? ¿Quién los atrajo a esto? Para no obedecer la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado. Esto sólo quiero saber de ustedes: ¿Recibiste el espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el espíritu ahora vas a acabar por la carne?» (Gá. 3,1).
A propósito de lo anterior, es triste saber que, habiéndosenos presentado el Evangelio de Cristo, no tengamos la actitud correcta. Posiblemente muchos de nosotros hayamos incurrido sin darnos cuenta en alguna práctica de brujería, ya sea al ver una película de terror o algún otro tema relacionado; o con algún contenido religioso en el que se filtren estas situaciones, o mediante cualquier otra práctica.
Lo cierto en medio de esto es que, es tiempo de volver nuestra mirada a la cruz, porque nosotros somos libres. Hemos sido llevados del pecado a la luz verdadera que es Cristo, por lo que estas fuerzas demoníacas no gobiernan sobre nosotros. Pero, es tiempo de cerrar muros, cerrar puertas por las que pueda filtrarse el enemigo para hacernos daño.
Hay una puerta de esperanza: si en nuestra vida hay arrepentimiento y queremos caminar en obediencia, existe la posibilidad de un nuevo viraje, y repeler estos ataques. Cerremos puestas al enemigo y entreguemos al altar de Dios, todo aquello de lo que tengamos dudas de que pueda ser objeto de maldición para nuestra vida. Y digamos al Señor: ¡hoy adoro en libertad!
23 de Enero, 2022
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