Alcanzando a los perdidos
Sabemos que nosotros como seres humanos no podemos salvar a nadie, que solamente Jesús puede traer esa salvación, pero también sabemos que si nosotros no vamos y buscamos a las personas que hoy no conocen al Señor, ellos no podrían ser alcanzados y se perderían.
A veces estamos muy cómodos a como estamos y por diferentes razones no intentamos alcanzar personas y cuando esto sucede estamos demostrando que no somos agradecidos con Dios, con todo lo que Él ha hecho en nuestras vidas, porque nosotros algún día también fuimos pecadores y Dios decidió irnos a buscar por medio de una persona que nos habló de Él, así que salgamos de esa posición de comodidad.
Es muy bonito compartir con nuestros hermanos, pero la bendición está afuera, con los que necesitan del Señor, necesitan ser salvos como usted y yo un día lo necesitamos, y si esto no está sucediendo en nuestra vida debemos meditar sobre ¿cuál es nuestro propósito con el Señor? ¿a qué realmente nos llamó el Señor? ¿estamos cumpliendo con ese gran mandato de ir y hacer discípulos hasta los confines de la tierra?
Es emocionante pensar que como iglesia podemos cambiar a una comunidad en donde hay tantos jóvenes, una provincia, o a un país entero, pero ¿cómo? No todas las personas que alcancemos serán salvas, pero si confrontadas con la verdad, y la verdad las puede hacer libres en algún momento, porque algún día escucharon de Dios y para eso hay algo que Dios tiene muy especial y es parte del fruto del espíritu santo.
Gálatas 5:22-23 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe. 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Nos habla de qué es lo que el espíritu produce en nosotros, produce amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y control propio.
Dios nos ha dado a todos dones. Un don significa un regalo de Dios, una capacitación de Él para servirle, los dones vienen porque Él los reparte como Él quiera, y significan poder de Dios, pero también nos dio frutos y fruto significa carácter, este carácter no es algo que Dios te da, sino que se necesita que el creyente pase por un proceso de crecimiento en su vida hasta llegar a un estado de madurez.
Pablo habla de que eso requiere arduo trabajo de nuestra parte, hay todo un proceso, un esfuerzo, es importante tener en cuenta que los dones van a pasar pero el fruto no pasará, es eterno. Por ejemplo, el amor no pasará y por eso ocupa un gran lugar en nuestras vidas, dice la palabra que Dios es amor, es parte de su naturaleza.
Pablo dijo tres cosas: “permanecerán la fe, la esperanza y el amor, pero la más importante es el amor”. Jesús dijo en Juan 13:34-35 “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.”
Amar a alguien no es una opción, si tu no amas a los demás estarías desobedeciendo a Dios, este nuevo mandamiento resume y reemplaza todos los otros diez mandamientos. Dios a Moisés le mandó diez mandamientos para los israelitas, los judíos tienen 635 mandamientos, pero el Señor ahora pone dos mandamientos que resumidos son lo mismo, y son igual de importantes. Uno, que amaramos a nuestro Señor con toda nuestra mente, con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas, y dos, que amaramos a los demás como a nosotros mismos. Dice el Señor que esto es una verdadera prueba para quien es seguidor de Cristo, si nos amamos los unos a los otros el mundo conocería que somos seguidores de Él.
Romanos 13:8-10 dice que “no le deban nada a nadie solo una cosa, amarse los unos a los otros”. El Señor no necesita que le demos algo a alguien, lo único que necesitamos es amar y la palabra dice que el que ama ha cumplido la ley, ha cumplido los mandamientos, ya que todos se resumen en una sola sentencia; amar al prójimo. Dios quiere que sepamos que el amor es el cumplimiento de la ley y es la fe que obra por el amor.
Dios no quiere religiosidad o tradiciones, al Señor lo único que le importa es que tu fe obre a través del amor, la fe sin obras está muerta, así que tenemos que expresarle al Señor obras de amor hacia las demás personas, a veces hablamos mucho pero no expresamos el amor en acciones. Debemos demostrar amor, como lo hacía Jesús, que amaba a todos, los sanaba y no le importaba cómo se veían o cómo eran ellos, a todos los sanó, a los leprosos los tocó, se sentó con pecadores, con gente que era rechazada, con los puritanos, los pobres, con prostitutas, esos eran los que venían a oír la palabra de Dios.
Jesús caminó con todos para demostrarle a la humanidad que Dios era un Dios de amor, y que esa era su manera de expresar cuánto Él nos amaba, estando al lado de nosotros, llenando nuestras necesidades, Jesús era el perfecto ejemplo de los dones con el espíritu. Él sanaba, profetizaba, daba palabra de fe, a la misma vez estaba llena de fruto, de amor, gozo, paz, bondad, mansedumbre, entonces así quiere el Señor que seamos, podemos tener muchos dones pero si no hemos madurado, si no hemos pasado por este crecimiento no sabremos cómo utilizarlos correctamente ya que los dones son poder pero Dios quiere que tengas la madurez, el amor, que estés lleno de fruto, para que sean efectivos, si no talvez hasta te desvanecerías, y creerías estar lleno de poder, pero ten presente que todo esto pasará, más el amor nunca pasará.
La fe sin una obra de amor no puede ser, tiene que haber amor en tu fe. Te pregunto ¿Cómo la gente te ve? ¿Cómo te ve tu familia? ¿Qué piensan de ti? ¿De verdad eres luz en la casa? ¿les estás mostrando el amor genuino de Dios? Porque si no, no serías un discípulo de Dios. Tu primer ministerio tiene que ser tu casa por que tu amor tiene que estar en todo; en tu vida, en tu casa, con tus hijos, con tu esposo, con la gente que te conoce realmente, porque para eso Dios te puso, para que des amor, porque esto es lo que hace la diferencia entre el mundo y nosotros, este amor genuino, ese amor ágape, que viene solamente del Señor, de ninguna otra fuente. ¿Cómo debe ser ese amor? Hay cuatro tipos de amor en la Biblia:
– El amor eros: el amor sexual
– El amor de afecto natural: es el amor a tu esposo, a tus hijos, a tus familiares
– El amor fileo: es el amor a un amigo
– El amor ágape: que es ese amor incondicional, que es ese amor que solo puede venir de Jesus, no hay otra fuente
1 Timoteo 1:5-6 dice: “Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería”. Esto quiere decir que este amor tiene que venir de un corazón puro, de una conciencia limpia, y de una fe sincera, porque si no se desviará a vana palabrería y pasaríamos solo discutiendo con la gente sobre quien tiene la verdad. No habla de un corazón como tal, sino de lo que salga de lo más profundo de mi ser, de ahí sale el amor. Con puro de corazón se refiere a que no tiene engaño para Dios, personas transparentes, honestas, humildes, que cuando saben que están en pecado vienen y le piden a Dios que los ayude a salir de eso, le dicen que lo necesitan y tienen un arrepentimiento genuino en su corazón, personas que tienen una sola mente, no dividida, sino una mente de Cristo, que no pretenden estar en el mundo y con Dios a la vez, sino que solo con Él.
Si nos acercamos al Señor, Él se acercará a nosotros para lavarnos de pecados, cada vez que hablamos mal de otra persona nuestras manos se llenan de sangre, y para Dios es como si mataras a uno de sus hijos, por eso el Señor dice en Santiago 4:8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Otro ejemplo de una persona con un corazón puro es una persona que tienen comunión con Dios porque han tenido una relación genuina con Él, no una vez al año sino todos los días en cada cosa que hace y el Señor es el dueño de su vida. El propósito de todo esto es que agrademos a Dios, que tengamos esa relación correcta con el Señor. Si tenemos tiene una relación genuina con Él, quiere decir que todo nuestro ser lo ama, y somos bienaventurados. Pablo nos dice que nos llenemos de amor y esa debe ser la meta de cualquier cristiano, hacer que las personas se unan y se quieran. Podemos llenar la iglesia y cantar muy bonito pero si no hay amor no estaríamos cumpliendo con el mandamiento del Señor, y eso tiene que ser lo más importante que debemos hacer en la casa, así que examinemos.
Cuando sintamos que se nos está perdiendo el amor volvamos a ver la cruz de Cristo, todo lo que Jesús pasó por nosotros y todo el amor tan grande e inmerecido que nos tuvo. Pablo decía que él nunca dejó de ver el sacrificio de Cristo.
El amor tiene que cultivarse y para esto existen cuatro principios:
1. El amor nace de una semilla y esa semilla es la palabra de Dios, decía Pedro que deberíamos de obedecer por que el Señor nos había limpiado y por eso debemos amarnos los unos a los otros, ya que entonces seríamos nacidos en Dios y el que es nacido de Dios viene de las semillas de la palabra que permanece en nosotros, porque todo pasará, más la palabra de Dios permanecerá.
2. Somos como un vaso, y el Espíritu Santo de Dios quiere llenarnos de ese amor, que seamos personas que hayamos nacido de nuevo porque si no hemos tenido un encuentro genuino con Dios no hemos nacido de Dios, porque nacer de Dios es pedirle perdón por sus pecados, declarar que Él es el señor de nuestra vida y recibirlo en nuestro corazón como el Señor y salvador de nuestra vida y entonces vamos a experimentar un nuevo nacimiento espiritual que va a hacer que seamos ese vaso en el cual Dios puede derramar todo su amor, de ser así podemos perdonar, no es que vayamos a ser amigos de nuestros enemigos, pero si perdonarlos, porque Cristo dijo perdónalos Señor porque no saben lo que hacen. Dios ve tu vaso, solo debes decirle que te llene de amor.
3. El tercer principio es la voluntad, porque hay un amor físico y emocional pero también existe el amor de Dios que es muy diferente porque está en la voluntad del hombre, es el amor que viene de la decisión y de la determinación en nuestra voluntad de amar. Para que ese amor sea cultivado debemos tomar la decisión, tener la determinación y decidir amar, a los que me han hecho daño, a la gente que no conozco, a mi esposo que me hizo daño, a mi hijo que me maltrató. Decide hoy amar y perdonar porque eso le agrade a nuestro ´Padre.
4. El cuarto principio es el que se expresa en la acción. 1 Juan 4:9 dice En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. Ya que Dios nos amó tanto sin duda nosotros también nos debemos amar de la misma manera. Cristo siendo Dios mismo y se despojó de su naturaleza divina, se hizo hombre, sufrió como nosotros, renunció a todos sus privilegios, y adoptó la humilde posición de un esclavo por que Él quería que nosotros supiéramos lo que es amar.
Jesús murió por nosotros con mucho amor y lo hizo para que nosotros hoy pudiéramos ser salvos, lo hizo con amor, nadie lo obligó, lo hizo por su propia voluntad, se llenó de gozo al ver la cruz porque Él sí podía ver el futuro y todo lo que vendría para nosotros, que podríamos ser salvos y alcanzar la vida eterna; el Señor sirvió y buscó a los pecadores, sintió compasión por los perdidos, caminó por todas las aldeas y sanó gente, ¿has ido a otros lugares a orar por enfermos? ¿a decirles que el Señor está con ellos? Jesús entraba en un lugar y les enseñaba de Cristo, ¿has ido a alguna casa a leer la Biblia? ¿has ido donde tu familia a hablarles de Él? Porque el Señor si lo hizo y sintió compasión por todos ellos porque los veía como ovejas sin pastor.
Dios quiere que hoy te sientas al lado de los débiles, miserables, que no hagas excepción de personas. Dios quiere que tengas su misma actitud. ¿Cuál es tu motivación para hacer las cosas de Dios? ¿Qué te mueve? ¿Te mueve el amor?
Esa debería ser la motivación, la misma que la del Señor.
07-Mar-2021
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