No te preocupes, confía en Dios
El Covid-19 no ha sido la primera pandemia. También existieron la gripe española y la peste negra siendo esta última la causa de la muerte de más del 30% de las personas en Europa. Aunque muchos pensaron que era el inicio del fin para la raza humana, la realidad es que la muerte es algo natural que sucede todos los días; a cada instante alguien fallece por una enfermedad, un accidente, por vejez u otras causas.
Para los cristianos la muerte es victoria pues esta es el inicio de permanecer una eternidad con el Señor; pero para aquellos que no tienen a Cristo, la muerte es la peor de las tragedias, porque pasarán una eternidad sin Cristo.
Dice Job 5:7 “Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción”
El mundo en el que vivimos está lleno de peligros, preocupaciones y aflicciones, pues su príncipe es Satanás. Es por esta razón que muchas veces como cristianos nos sentimos como extranjeros en esta tierra, pues sabemos que pertenecemos al Reino de Dios y no a este lugar. Vivimos en tiempos de mucha persecución donde tres de cada diez cristianos en Latinoamérica son perseguidos; sin embargo, el asedio es lo normal en la vida de un cristiano y debemos comprender que esto también lo dijo el Señor.
Dice la Palabra de Dios en los siguientes versículos:
Salmos 9:9 “Jehová será refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia.”
Salmos 40:4: “Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira”
Salmos 50:15 “E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás”
Esta es la protección de Dios para los que le aman y le buscan, cuidarnos en tiempos de aflicción. Dios no dice que confiar en Él es no hacer nada; Su promesa es no desampararnos como hijos en el tiempo más difícil.
¿Qué tiene que ver esto con la familia? El mundo nos engaña todos los días con preocupaciones y cosas vanas, desenfocándonos de lo que realmente es importante y de confiar en Dios. ¿Cuáles deben ser nuestras prioridades? Debería ser nuestra familia; protegerla. Enseñarles a nuestros hijos acerca del Señor, porque les puede faltar todo, pero nunca lo más importante: el alimento espiritual que se obtiene al permanecer en Cristo. Dios es fiel siempre a sus promesas, por eso podemos confiar plenamente en Él.
Mateo 6:33 dice:“Buscar primeramente el reino de Dios y su justicia” Esto es la justicia de Dios, no la nuestra. Y más adelante indica: “Y todo lo demás vendrá por añadidura”. No habla de riquezas, sino del plan del Señor para nuestras vidas.
Muchas veces estamos tan abrumados en el día a día y en acumular riquezas, que nos olvidamos de estar presentes para nuestros hijos, de ser intencionales en ayudarles a fortalecer su vida espiritual.
A los hijos no los define lo que se les regale, se les herede, o los lujos que se les den. Lo que más marca la vida de los jóvenes es la ausencia de los padres, corazones dañados por progenitores que no estuvieron cuando más los necesitaban.
No perdamos el enfoque en lo importante, porque si como padres no estamos presentes, su refugio va a ser un mundo digital, totalmente privado, aprendiendo comportamientos de quienes están en ese mundo, y su valía se va a definir por sus seguidores. Llegará un momento en que ya no seremos sus padres, y nuestro pecado de no confiar en Dios va a ser tan grave que nuestros hijos tampoco van a confiar en nosotros.
Mateo 6:25-34 dice:
25Por eso les digo que no se preocupen por la vida diaria, si tendrán suficiente alimento y bebida, o suficiente ropa para vestirse. ¿Acaso no es la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? 26 Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos? 27 ¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida?
28 ¿Y por qué preocuparse por la ropa? Miren cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni cosen su ropa; 29 sin embargo, ni Salomón con toda su gloria se vistió tan hermoso como ellos. 30 Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe?
31Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?”. 32 Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. 33 Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.
34Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy.
Jesús aclara veces dice: “No se preocupen, dejen de preocuparse, no comiencen a preocuparse”
Si estamos preocupados, dejemos de hacerlo. Si no hemos empezado a preocuparnos, no lo hagamos. Dios es el mismo ayer hoy y siempre, Él ha sido fiel, lo será hoy y en el futuro.
En el contexto de los versículos anteriores, cuando se menciona la palabra “vida”, se refiere a la vida temporal. No nos preocupemos por la comida, la bebida y la vestimenta. En los años en que Jesús dijo dichas palabras, la ropa era fundamental para cubrirse del sol y del frío de la noche, y donde la comida era diaria porque no se podía preservar.
¿Acaso no es la vida más que la comida, y el cuerpo más que la ropa?”
¿Cuáles son las preocupaciones que tenemos? Preocuparse es natural en el ser humano; pero esto sucede cuando no sabemos que tenemos un Dios proveedor que suple todas nuestras necesidades, un Dios que tiene el control de todo en el mundo.
Si no nos dejamos de preocupar, nunca vamos a alcanzar las promesas que Dios tiene para nosotros. Cuando Dios nos dice que nos preocupemos, esto es un imperativo, es una orden, y si no lo hacemos, estamos desobedeciendo y esto es pecado.
Dice Job 38:41“¿Quién da comida a los cuervos cuando sus crías claman a Dios y andan errantes con hambre?
Y Salmos 147:9 “Da alimento a los animales salvajes y alimenta a las crías del cuervo cuando chillan.”
Aún la creación del Señor puede tener más confianza que nosotros mismos, de lo maravilloso y fiel que es nuestro Dios siempre. ¿Como nosotros no creemos que nuestro Señor el dador de vida, no va a ser el mismo que nos sustenta? El conoce lo que ocupamos día a día, Él no desampara.
En la última predicación antes de su muerte Jesús dijo en Juan 16:29 “Le dijeron sus discípulos: He aquí ahora hablas claramente, y ninguna alegoría dices. Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de Dios. Jesús les respondió: ¿Ahora creéis?”
Jesús les dijo “¿Hasta ahora creen? Han caminado conmigo, me vieron hacer milagros, levantar muertos, vieron como los cielos y la tierra me obedecen, como sané enfermos, multipliqué los peces y los panes, y ¿hasta ahora creen”
Y en nuestra vida: ¿Hemos visto a nuestra familia llegar a los pies de Cristo? ¿No ha sido Él bueno hasta el día de hoy? ¿Hemos tenido que comer? ¿De dónde nos sacó el Señor?
En Él podemos tener paz al confiar en sus promesas y sus bondades.
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