La familia según el propósito de Dios
El tesoro más grande que tenemos es nuestra familia. La familia no es un invento de la sociedad, sino que es una idea del Señor, la cual está implícita en el corazón de Dios desde el Génesis,“dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne”.
El sueño de Dios es levantar familias conforme a Su corazón. Sin embargo, la familia sin un fundamento estable y eterno fracasará. Salmo 127:1 dice “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.” Esto nos enseña que si Dios no es el fundamento de la familia, en vano trabajan los que se casan, no van a poder prosperar, porque el diseño original está en la Biblia.
Hoy en día vemos como tergiversan el concepto de matrimonio y de familia, escuchamos noticias de mujeres que se casan con muñecos o con ellas mismas, ¿nos podríamos imaginar eso?, hemos tomado lo santo y lo hemos hecho irreverente.
Si anhelamos que el fundamento de nuestro hogar sea Cristo, primero Él debe ser el fundamento de nuestra vida personal.
Es lamentable reconocer que el matrimonio tal cual lo fundó el Señor está en vías de extinción. Las estadísticas de divorcios dentro de la iglesia cristiana equivalen a la tasa de divorcios que hay entre los no cristianos. En México el 60% de familias cristianas está liderada por una mujer sola; esto debería llevarnos a tomar consciencia de lo que estamos haciendo y volver al fundamento verdadero, estable y eterno que es Cristo; la piedra angular de la que habla la Palabra.
El diablo y el mundo nos tienen desenfocados, ya no perseguimos los ideales de la palabra de Dios pero sí copiamos los modelos matrimoniales del mundo.
La palabra de Dios no esconde el pecado de nadie, incluso de sus personajes más destacados. La historia de Lot trata de un hombre que llevó a su familia inmediata a la perdición, así como a sus generaciones; su legado se perdió y le sirvieron a Satanás. Lot era el sobrino de Abraham; Dios llamó a Abraham y le dijo: “deja tu parentela y vete a la tierra que yo te voy a heredar, tierra prometida que fluye leche y miel”, así que Abraham emprendió su viaje junto con Lot. El padre de Lot había muerto, por lo que Abraham se había convertido en una figura paterna para este hombre.
En 2 de Pedro 2:7-8, Pedro describe como era Lot: “y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados”. La Palabra dice que Lot era justo; y justo es aquel que ha sido comprado y justificado por la sangre de Cristo y por gracia es salvo.
Lot estaba en una ciudad donde él era consciente de que reinaba el pecado, por eso llamó asquerosa y malvada la conducta de los hombres que habitaban donde él llego a vivir, – “porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos” -. La familia de Lot era una familia cuya cabeza de hogar era un hombre justo, quien había oído hablar a Abraham de un Dios Santo que pedía santidad.
Lot no era ningún desconocido ni tampoco un ignorante de la voluntad de Dios. La Biblia dice que Lot caminó con Abraham y se enriqueció, llegó a poseer tanto que los pastores de estos dos hombres entraron en conflicto. Era tanto lo que se habían enriquecido por la bendición de Dios, que se les hizo imposible vivir juntos, por este motivo Abraham le dijo a Lot que se debían separar para no generar una división en la familia.
Abraham llevó a Lot a un monte, y le dijo: “toda la tierra está abierta delante de ti, toma lo que tú quieres, si tu vas a la izquierda, yo iré a la derecha y si tu vas a la derecha yo iré a la izquierda”. A través de esto podemos conocer un poco del carácter de Lot y notar cómo fue probado por medio de esta situación la cual no la logró superar. Lot vio la llanura del Jordán, que era verde, había alimento de sobra, riqueza, ciudades amuralladas e importantes.
Sodoma y Gomorra, la cuidad que Lot escogió, está a las orillas del mar muerto, en el lugar más bajo de la tierra, donde solo hay piedras y bancos de sal, está muerto y estéril; sin embargo, el camino que tomó el patriarca Abraham hay cosecha de frutas y legumbres impresionantes.
El carácter de Lot empezó a revelarse y cuando estableció sus tiendas llegó un momento donde fue y habitó en la ciudad de Sodoma. Al separarse, Lot comenzó a fundar su hogar, su casa y matrimonio, en medio de un pecado y Abraham se quedó en Canaán.
Génesis 13:13 dice “Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.”Ahí plantó el justo su familia. Lot cambió sus prioridades y no tuvo temor de Dios para cuidar su familia, estaba ocupado enriqueciéndose más y alcanzando una posición de gubernatura.
Génesis 19:1 “Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo”. En la antigüedad los que se sentaban a las puertas de las ciudades, eran los que ejercían un tipo de jerarquía, gobernación y liderazgo. Lot estaba haciendo carrera política, dejando a su familia, no le interesaba sembrar el temor de Dios en su casa.
Lot tenía conocimiento de Dios y le molestaba la nefanda conducta de los hombres, pero no le molestaba al punto de querer cambiar de dirección y apartarse de esa ciudad, cerrarle la puerta al pecado y proteger a sus hijos. Lot comenzó a buscar estatus social e influencia. A diferencia de Lot, ¿estaríamos dispuestos a morir por la causa de Cristo?
No hay familia, ni tampoco el deseo de sembrar principios, no existe lo que dice la Palabra “volver el corazón de los padres a sus hijos y el corazón de los hijos a sus padres” como dice Malaquías, incluso Apocalipsis cierra con esta sentencia “antes de que yo venga y destruya la tierra con maldición, oren para que el corazón de los padres se vuelva a los hijos y el corazón de los hijos se vuelva a los padres”.
Dios quiere que se levanten familias temerosas, que sepan que su fundamento esta en Cristo y estén dispuestas a dejarlo todo y morir por la causa de Cristo y no que Cristo sea un parche en su vida.
Hay muchos matrimonios evangélicos que han perdido el sentido y la orientación y se separan por cualquier cosa, actualmente una pareja tarda en divorciarse un promedio de dos años, ¿a qué estamos jugando? Debemos volver a la Palabra y volver nuestros ojos al Señor para que Él nos enseñe a volver a su diseño de familia.
Dice la Palabra que estos dos ángeles vinieron, Lot los recibió y los llevó a su casa. Los hombres malvados y degenerados pidieron a Lot que sacaran a los ángeles para “conocerlos”. En la Palabra “conocer” es sinónimo de relaciones sexuales. Lot llegó a tal punto de descomposición de su fe que salió y dijo: “aquí tengo dos hijas, que no han tenido varón, tómenlas y hagan lo que quieran con ellas, pero no toquen a los ángeles”.
Lot entregó a sus hijas. Los ángeles forcejaron con Lot y lo metieron a su casa y le dijeron: “llama a tu familia que no está aquí y salgan de este lugar” ¿Qué clase de padre irresponsable entrega a sus hijas? Lot fundó su hogar en una supuesta prosperidad, a este hombre lo enamoraban otras cosas y sembró semillas de desatención en su familia para atender lo suyo y esto solo trajo muerte a su casa.
Debemos de evitar un fundamento equivocado y una actitud negligente hacia la familia. Génesis 19:14 dice “Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba.”
Lot perdió hasta su testimonio, lo tomaron en broma, el respeto de sus hijas, esposa y yernos, Lot ya no influenciaba espiritualmente a su familia, pero él seguía siendo justo y él sabía que todo eso estaba mal.
Los ángeles tomaron a Lot para sacarlo de en medio de la destrucción, a él y a su familia, y mientras los salvaban le dijeron: “no vuelvan a ver para atrás”. Esta frase era como decir “corten con eso, esto nunca fue la voluntad de Dios y lo único que ha dado es fruto de muerte”, sin embargo; la esposa de Lot volvió a ver atrás y se convirtió en una estatua de sal. Dios la castigó porque anhelaba ser la esposa del hombre importante.
El corazón de Lot no estaba en la familia, estaba en la prosperidad y Dios lo castigó, y a pesar de que Lot se salvó, perdió a toda su familia. Cuando huyeron a otra ciudad sus hijas tomaron la decisión de emborracharlo para tener una relación sexual con su padre, darle una nueva descendencia y así su él no quedara sin generaciones en esta tierra. Así es como nace Moab y los amonitas, dos pueblos enemigos mortales de Israel, que Dios aborreció con todo su corazón, donde el legado de Lot se perdió.
¿Qué legado queremos dejar? ¿Qué queremos que nuestras generaciones recuerden de nosotros?
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