¿QUÉ o QUIÉN te da valor?
Valioso. En términos simples esta palabra se refiere a las cualidades que pueden determinar lo apreciado, importante y significativo de algo o alguien. Por otro lado puede determinar el costo de algo que requirió sacrificio y esfuerzo. Por ejemplo, cuando nos graduamos de secundaria o la universidad consideramos de valor el título obtenido pues sabemos que valió días y noches de estudio, esfuerzo y dedicación.
Ahora, qué respondería si le hicieran la siguiente pregunta: ¿qué hace a una persona valiosa?. ¿Su físico?; ¿apariencia?, ¿los bienes que posee?, ¿un título?, ¿la familia de la que proviene?, ¿qué le da a usted valor?.
Podemos decir que el cuerpo y la apariencia se van desgastando; esto significaría que si todo su esfuerzo de ser amado o aceptado radica en un físico, cuando llegue a la vejez sería la persona más solitaria del mundo. Y se “dejó amar” en forma incorrecta. Si su valor está en los bienes, podemos ver en los noticieros como lamentablemente muchas personas alrededor del mundo que poseen grandes sumas de dinero han cometido suicidio. Tener títulos es importante, no afirmamos lo contrario, pero ¿qué pasaría si no consigue trabajo por un periodo largo de tiempo o debe ejercer una profesión distinta a lo que estudió?, ¿crees qué perderías tu valor?.
Todos nacemos con la necesidad de llenar algún vacío en nuestras vidas; sin excepción. No debemos temer o avergonzarnos de reconocerlo. Muchas veces, algunos tratan de llenarse con actividades que en realidad son beneficiosas, como el estudio o el ejercicio. Ambas son importantes y provechosas, no estamos diciendo lo opuesto. Sin embargo; aún con todos los títulos, trabajos y buena salud con los que contemos muchas veces no nos sentimos completos, es cómo si algo nos hiciera falta todo el tiempo.
Otras personas llenan vacíos con drogas, alcohol, vicios y otras adicciones. Otros; buscan aceptación siendo la persona rebelde que muchos quieren imitar; como el que toma más licor, el que fuma a una edad más temprana, el que ha tenido más relaciones sexuales, el joven que aparenta ser más rudo, y la muchacha más provocativa, o el que habla mayor cantidad de vulgaridades. Si ser lo anterior es ser diferente, ¿no es lamentablemente lo que la mayoría hace?. ¿A quién tratamos de impresionar?. No vale la pena destruirse de esa forma, ni esforzarse por agradar a nadie. Cada persona es un individuo creado con un propósito, no un ente que apareció “al azar” de la nada para hacer lo que quisiera y destruirse a sí mismo. Piénsalo. Ni siquiera tiene sentido.
Jóvenes y adultos inclusive: no se hagan daño buscando su valor en sus cuerpos. Analicemos el siguiente ejemplo: ¿qué le da valor a un celular? ¿El estuche o el sistema operativo del aparato?. ¿Qué le da valor a un televisor?, ¿la pantalla o cada pieza interna detallada en forma precisa para su correcto funcionamiento?. Además, ¿quién podría decirnos para qué fueron creados estos aparatos?. ¿Con qué propósito?; ¿quién les añade valor si no son los mismos creadores de estos?. O, ¿podría un estilista darle el valor al celular y un médico al televisor?
¿Quieres saber para qué fuiste creado y quién te da VERDADERO valor? Pues Aquél que te creó y te dio vida, no te hiciste solo. ¿Te gustaría conocerle?. Él dice que si lo buscas, vivirás. Es más; Él te anda buscando. Lo puedes ver en toda la creación:
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.” Romanos 1:20
Dios no nos creó con el propósito de que tuviésemos una “religión”; sino una relación de vida con Él. Dios nos dice que vayamos a Él tal como somos, sin justificaciones, sin excusas, solo como somos. Él no busca perfección – no existe -, Él busca una relación con nosotros, la cual se rompió por rebelarnos contra lo que Él había establecido.
La restauración de ese puente con nuestro Creador, Dios Padre es a través de su hijo Jesús quién nos reconcilia con Él.
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6
Dios Todopoderoso y Creador del cielo, de la tierra y de todo lo que habita en ella nos dice: Ven con tu corazón de piedra, con tu corazón herido que yo te puedo dar uno nuevo, puedo vender tus heridas, sanarte, perdonarte, librarte de todo temor y toda culpa. El te ama tanto que dio su vida a cambio de la tuya. Su palabra dice:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” Juan 3:16-18
Jesús es el hijo de Dios, y por más que sea cuestionado, atacado y odiado Él es real y NADIE puede comprobar lo contrario. Jesús es Dios mismo (“el que me ha visto a mi ha visto al Padre”, Juan 19:9) y es el único que sigue transformando vidas verdadera y genuinamente alrededor del mundo desde hace miles de años y no en un forma “temporal” sino eterna. No te pierdas de lo mejor y verdadero por las mentiras que diga el mundo.
Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” Romanos 10:9
Si Jesús es el Señor de tu vida, entonces el significado de VALOR no se enfoca en lo externo sino lo que está adentro: Aquél que habita en ti. A Él es toda la gloria.
La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.” Juan 17:22:23
VALOR Y PROPÓSITO no es lo que dice el mundo, sino lo que dice quien te creó.
Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.” Efesios 2:17-19
El precio de tu vida fue pagado por Jesús, Quién tomó tu lugar y pagó tu castigo para darte vida. Tú salvación costó la sangre de Dios. Te dio vida eterna, un nombre, te reconcilió, te salvó, te adoptó en su familia, te llama hijo, te ama. ¿Lo crees?
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación” Romanos 5:8-11
A ti; ¿QUÉ o QUIÉN te da valor?
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Lucas 11: 28-30
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