Una cultura de honra en las familias
Mateo 13:55-58 dice:
“55 ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene este todas estas cosas? 57 Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa. 58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.”
En este versículo vemos que Jesús estaba predicando en su ciudad natal cuando unas personas se le acercaron para burlarse de Él. Debido a esta situación de deshonra decidió no hacer muchos milagros e irse.
Vivimos en un mundo de deshonra a la autoridad. Vemos en redes sociales muchos videos de personas haciéndole bromas pesadas a sus propios padres y a otras figuras de autoridad haciéndolo ver como algo normal y gracioso.
Veremos cuatro principios relacionados a la honra que debemos entender para tener una familia conforme al corazón de Dios:
- Cuando hay falta de honra las puertas de los cielos se cierran para nuestras familias
El Señor habla de la necesidad de que en nuestra familia haya una cultura de honra; si no es así las puertas de los cielos se cierran y quizá los milagros que el Señor había destinado para ese lugar no se realizaron, no porque Dios no quiso sino porque no pudo ya que encontró un ambiente hostil para moverse como Él quería hacerlo. Dios quiere hacer milagros en nuestro hogar, pero debemos comenzar a honrarlo.
No permitamos que se levante algún ídolo en nuestro hogar que no sea el Señor. Si sentimos que no logramos avanzar y estamos atrapados quizás hay algo que debamos destruir, quemar y sacar de nosotros o de nuestro hogar. La deshonra también contamina al resto de personas, por eso hay que sacar de nuestra familia todo lo que está mal ante Dios.
- La falta de honra no sólo afecta nuestra vida espiritual sino también la de nuestras generaciones
En ocasiones, cuando pecamos, pensamos que no tendremos consecuencias solo porque no tuvimos una a corto plazo, sin embargo, serán nuestras generaciones las que sufran de estas.
Génesis 9:25 dice:
“25 Entonces maldijo a Canaán, el hijo de Cam: «¡Maldito sea Canaán! ¡Que sea el más inferior de los siervos para con sus familiares!».”
Noé pasó el diluvio, salió de la barca y se embriagó y cayó desnudo. Su hijo vio su desnudez y con esto lo deshonró. Noé maldijo al hijo de su hijo.
- La honra va directamente relacionada con la autoridad
Romanos 13-7 dice:
“7 Ustedes den a cada uno lo que le deben: paguen los impuestos y demás aranceles a quien corresponda, y den respeto y honra a los que están en autoridad.”
La Biblia lleva a honrar a nuestros padres, a los ministros de Dios y a nuestras autoridades. La autoridad es modelar el diseño que Dios nos enseñó, es modelar el corazón y el carácter de quien nos puso en esa posición, está desligado del orgullo y más bien representa humildad.
1 Corintios 11-1 dice:
“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.”
Cualquiera que se sabe en autoridad y entiende que Dios fue quien le puso en esa posición tiene que hacer suyo este versículo. Debemos imitar el carácter de Cristo en el lugar en el que Él nos ponga y la gente nos respetará y nos honrará porque estamos honrando a quien nos puso en autoridad. No habla de ser perfecto porque no somos Cristo, pero estamos imitando su carácter, estamos demostrando la transformación de vida que Él está produciendo en cada uno de nosotros.
Si no implementamos autoridad sobre nuestra familia el mundo lo hará y el diseño del mundo corrupto va a venir a ministrar a nuestros hijos.
La autoridad es aceptar los diseños y la voluntad de Dios, cuando lo hacemos Él se glorifica en nuestros hogares. No importa si estamos de acuerdo con la persona o no, si Dios la puso ahí debemos respetarla.
- La cultura de honra es una cultura del reino
Mateo 10:41 dice:
“El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá.”
Tal vez ya no estemos en nuestro hogar y nuestra autoridad sea otra, sin embargo, aunque se cambie de autoridad no se puede eliminar la honra. Quizás el papel de nuestros padres ya no sea decirnos qué hacer, pero debemos honrarlos escuchándolos y orando cada vez que nos den un consejo y abriendo los oídos porque son personas que Dios nos ha llamado honrar.
Hoy las generaciones mueren jóvenes ya que no honran a sus padres. La Palabra dice que hay un mandamiento con promesa y es que debemos honrar a padre y madre para vivir largos días. El Señor acorta los tiempos cuando hay generaciones que no le honran.
Números 12- 1:8 dice:
“María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita. 2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová. 3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra. 4 Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres. 5 Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos. 6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. 7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. 8 Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?”
María y Aaron criticaron a Moisés por haber escogido a una mujer cusita pese a que no les competía este tema ya que no eran su autoridad. Cuando hay deshonra las puertas de los cielos se cierran para nosotros y para los que nos rodean y por esto el Señor los tomó a ambos, permitió que se contaminaran de lepra y fueron expulsados del campamento. Pese a todo Moisés oró y pidió misericordia por sus hermanos entonces el Señor los sanó y les permitió regresar, pero si el Señor no los hubiera sacado de ahí por un tiempo nunca se hubiese podido crear una cultura de honra.
Dios escoge familias. Nos escogió como primicia para lo que Él quiere hacer en nuestro hogar. Dios está obrando, aunque no lo podamos ver aún. Dios quiere usarnos en donde estamos porque Él nos conoce como nadie y sabe el propósito por el cual nos puso ahí. No atrasemos su propósito en nuestra vida por falta de honra.
Proverbios 15:33 dice:
“El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad.”
Si somos humildes aprenderemos a honrar ¡Que nuestra casa honre a Dios!
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